ANÁLISIS

Beccacece, bienvenido a la realidad del Elche

El nuevo técnico del conjunto ilicitano ha podido comprobar en solo dos partidos que la afición franjiverde es capaz de aplaudir al equipo a pesar del 0-4 con el Barcelona y criticar el planteamiento defensivo en la segunda parte frente a Osasuna

El técnico del Elche, Sebastián Beccacece, dando instrucciones, el pasado sábado, durante el encuentro frente a Osasuna

El técnico del Elche, Sebastián Beccacece, dando instrucciones, el pasado sábado, durante el encuentro frente a Osasuna / E.P.

J. A. Galvañ

J. A. Galvañ

¡Bienvenido al Elche! El nuevo técnico del conjunto ilicitano, Sebastián Beccacece, en apenas tres semanas, ya ha podido comprobar la amabilidad que rodea a la entidad franjiverde y a su afición, a poco que les de. Pero, al mismo tiempo, el alto grado de exigencia que puede llegar a soportar el equipo y, sobre todo, su juego, al margen de los posibles resultados. 

El preparador argentino firmó por lo que resta de temporada y la siguiente, con la misión de ir armando el equipo para lograr el verdadero objetivo, que no es otro que conseguir el retorno a Primera División la próxima campaña. 

Ya decíamos en estas mismas páginas que esa decisión del propietario del club, Christian Bragarnik, podía ser un doble riesgo

En el aspecto positivo, Beccacece va a tener tiempo para conocer la plantilla y decidir con qué jugadores quiere contar para el proyecto del próximo curso. Además de poder adaptarse al fútbol español e ir aplicando sus métodos de trabajo e ideas futbolísticas.

Pero, por otro lado, si los resultados y la imagen, en los 12 partidos que tenía por delante, no era la esperada y del agrado de la afición, podía provocar la presencia de piedras en un camino, que se presenta largo y tortuoso. 

El nuevo entrenador comenzó de la mejor manera posible. Impregnándose del sentimiento franjiverde y de la historia del club en la gala de entrega de la «Medalla de Oro» por parte del Ayuntamiento

Tuvo dos semanas para preparar su primer partido frente al Barcelona. Los futbolistas alabaron sus ganas, intensidad, entusiasmo y sus ideas frescas y novedosas

En su estrenó sorprendió situando a Omar Mascarell de central y Carmona de pivote defensivo. La derrota contra el Barcelona, incluso, el resultado (0-4), eran esperados. Aún así, se vieron algunos detalles positivos y la afición, a pesar del duro castigo, terminó premiando a los jugadores con aplausos, por sus ganas y generosidad en el esfuerzo. Beccacece ya conoció esa cara amable de los seguidores franjiverdes. 

Sin embargo, tras el segundo encuentro, el pasado sábado, frente a Osasuna, esos aplausos han dado paso a las primeras críticas

El Elche comenzó bien el choque en El Sadar. Realizó una primera parte que, sin ser brillante, se puede calificar como aceptable. Incluso, se adelantó en el marcador, con el gol de Tete Morente y Lucas Boyé tuvo antes otras dos oportunidades para marcar.

Parecía que el nuevo entrenador podía conseguir su primer resultado positivo, que reforzarse su trabajo y confianza. 

Pero en el segundo tiempo, de un sopetón, despertó del sueño. Los rojillos le dieron la vuelta al marcador, algo que también podía suceder, porque enfrente estaba el flamante finalista de la Copa del Rey y el equipo revelación de la temporada en el fútbol español. 

Beccacece, pensativo, en el banquillo de El Sadar

Beccacece, pensativo, en el banquillo de El Sadar / E.P.

Beccacece ya ha comenzado a conocer la otra cara de la afición y del entorno franjiverde. La de la exigencia y la crítica.

Las derrotas puedan llegar y entran dentro del juego del fútbol. Otra cosas es la manera como se producen

El Elche de la segunda parte contra Osasuna fue un equipo que se metió atrás, a defender el resultado. Y eso no gusta a los seguidores del conjunto ilicitano. Incluso, a algunos futbolistas. 

Porque por mucho que Beccacece justificara los cambios obligados de Fidel y de Tete Morente por problemas físicos, con los recambios ya estás dando un claro mensaje al rival. Osasuna olió sangre y terminó matando

No puedes quitar a un centrocampista organizador como el onubense para poner a un lateral izquierdo como Lautaro Blanco, por mucha proyección ofensiva que tenga el joven jugador argentino. Y más teniendo en el banquillo otras alternativas que se asemejan más a Fidel, como Raúl Guti o Álex Collado, para intentar tener más la pelota. Eso significaba que vas a estar más pendiente de defender que de atacar.

Aún fue todavía peor. Cuando Tete Morente se tuvo que retirar, con molestias musculares, optó por dar entrada a Diego González en el centro de la zaga. En ese momento, se juntaron hasta seis defensas: Helibelton Palacios, Pedro Bigas, Mascarell, que volvió a ejercer de central; Clerc, John, quien ha jugado más de central que de mediocentro en el primer equipo, y Lautaro Blanco; por delante del portero Edgar Badia. Los únicos jugadores de características ofensivas que había en el terreno de juego eran Gumbau, Pere Milla y Lucas Boyé

Las consecuencias resultaron nefastas. Osasuna encerró al Elche en su área, Abde hizo estragos y los navarros voltearon el marcador

El entrenador del Elche observando el partido desde su área técnica

El entrenador del Elche observando el partido desde su área técnica / E.P.

Solo en los últimos instantes, con el resultado en contra, Beccacece decidió sacar futbolistas ofensivos: Collado y Ponce, quienes sustituyeron a dos defensas: Clerc y John. Era ya tarde. No había tiempo para la reacción, como así fue y el conjunto ilicitano terminó perdiendo el partido. 

Lamentablemente o afortunadamente, el resultado de Pamplona no tiene grandes consecuencias clasificatorias, porque los franjiverdes ya están hundidos y están virtualmente en Segunda División

Sin embargo, el encuentro de El Sadar debe servir de experiencia y enseñanza para el nuevo técnico. Se puede perder con aplausos como contra el Barcelona. O con críticas como frente a Osasuna. La afición del Elche prefiere morir matando, que encerrada en su área. Así que Beccacece, bienvenido a la realidad del Elche.