El Cristo de Zalamea restaurará su talla de piedra con 500 años de vida con motivo del 50 aniversario de la cofradía en Elche.

La imagen con más devoción en la ciudad que reúne cada Jueves Santo a unos 35.000 fieles en la procesión se expone a su primer proceso de conservación desde la fundación de la entidad religiosa.

Con ello, a partir de hoy, el popular «cristet» será retirado durante el mes de agosto de la capilla anexa a la parroquia de San José donde permanece expuesta al culto durante todo el año.

Según el presidente de la cofradía, Francisco López, la talla será remitida al Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales para realizar un diagnóstico preventivo y actuar si se detecta un posible deterioro. «Nuestra intención es que la imagen mantenga la humildad que la caracteriza y su sencillez, hasta ahora presenta un buen estado pero con este análisis exhaustivo vamos a comprobar cómo está por dentro con radiografías», explica López.

En este sentido, uno de los principales objetivos de la cofradía es que el Cristo de Zalamea pueda durar otros 500 años más después de la restauración. Y, además, se pretende comprobar si el material del que está hecho es el mismo que el que se utilizó para tallar la Dama de Elche y para construir la basílica de Santa María.

«Un estudio ya nos confirmó que el cristo está hecho con piedra sacada de la cantera de Ferriol y ahora queremos ratificarlo con el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales que es mucho más fidedigno».

Otra de las grandes particularidades del «Cristet» es su tamaño de 57 centímetros de altura, lo que hace que sea una de las imágenes más singulares de la Comunidad Valenciana. La devoción popular por esta imagen viene del siglo XVI y está relacionada con la asistencia sanitaria y como imagen de plegaria por la mejora los enfermos.