El motivo de cobrar en ciertos tipos de rescates, señala el inspector jefe Vicent Baeza, responde a que la vida de los bomberos se pone en grave peligro y se gasta mucho dinero público por la imprudencia de alguien. Se considera, ejemplifica, que todos los ciudadanos no tienen por qué pagar a través de las administraciones la millonada que puede costar rescatar a un escalador que no ha comprobado que su cuerda es más corta que la pared que quería bajar (un caso real).

«No hay afán recaudatorio, de hecho por mucho que se cobrara nunca se lograría cubrir todos los gastos del Consorcio; de lo que se trata es de que si se hacen deportes de riesgo se hagan con seguro, si se quema un coche o una casa haya seguro, y de ese modo el gasto de la intervención de los Bomberos lo pagará la compañía», dice Baeza, quien ahonda en que «nosotros también tenemos un seguro porque hay quien nos demanda por romperle la puerta o por mojarle el televisor».