El Ayuntamiento tendrá cuatro años para dar luz verde al Plan Especial del Palmeral, un documento urbanístico obligatorio por la Unesco e inexistente en la ciudad, que sirve para definir el nivel de construcción en parcelas con palmeras situadas en el casco urbano y que complementa a la nueva ley del Palmeral, pendiente de ser refrendada por las Cortes Valencianas. En caso de no aprobar el plan en ese plazo, toda la tramitación realizada hasta la fecha por parte del equipo de gobierno caducará y habrá que volver a empezar.

Ese es el límite de tiempo que tiene la Administración local, una vez que ha logrado el visto bueno por parte del del Servicio Territorial de Urbanismo sobre el informe ambiental y territorial estratégico del Plan Especial del Palmeral, después de que desde 2007 se realizaran varios intentos por parte del Ayuntamiento sin obtener una respuesta favorable.

Tras superar este escollo, el Ayuntamiento tendrá ahora que elaborar un estudio de Paisaje, un estudio de Movilidad y un estudio de Tráfico para despuérs elaborar una versión preliminar del plan incluyendo esos estudios. Una vez finalizados esos trámites se someterá a información pública y luego ya se aprobará definitivamente.

El edil de Urbanismo, José Manuel Sánchez, destacó la importancia de haber conseguido un avance para aprobar el documento, tras consultarlo a once organismos públicos y puso en valor el trabajo del arquitecto municipal, Julio Sagasta, para conseguirlo. Entre otras cosas, el Ayuntamiento ha logrado el respaldo por primera vez para sacar adelante el plan porque ha ofrecido algo distinto a lo que pretendían aprobar los anteriores gobiernos municipales.

Como ejemplo, propone parcelas alternativas para aquellos colegios que el Plan Especial del Palmeral prohíba reconstruir de cero por el deterioro de los centros, como son el Hispanidad, el Reyes Católicos y el Luis Cernuda. Para el resto de colegios situados en huertos de palmeras no estará permitida la ampliación.

Protección frente al ladrillo

Además, la propuesta municipal evita la realización de nuevas construcciones de uso privado en estos huertos. De este modo, un total de 40.000 metros cuadrados quedarán blindados del ladrillo y pasarán a ser zonas verdes. También se fijan medidas de protección específicas de la estructura física de los huertos de palmeras, encaminadas a proteger su delimitación, las alineaciones de palmeras, los bancales, los cultivos asociados, las construcciones tradicionales y el sistema de riego. También se reduce la edificabilidad en un 20%, en equipamientos públicos y privados, y se reservan parcelas para el traslado de equipamientos obsoletos. Reserva suelo para la creación de nuevos equipamientos como el centro de visitantes y el centro de interpretación del Palmeral, en solares como el de la Hiladora o el aparcamiento de Renfe.