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Elche remodelará ocho calles del centro y quitará aparcamientos para dar prioridad a los peatones

El Ayuntamiento invertirá medio millón de euros en las obras que realizará el próximo año donde seguirá permitiendo el paso de vehículos con velocidad reducida. La edil de Movilidad dice que el proyecto servirá para mejorar la accesibilidad y acabar con aceras impracticables

La calle San Vicente, donde la acera y la calzada se pondrán a la misma altura. Antonio Amorós

Ocho calles del centro de Elche se transformarán en 2020 para dar prioridad a los peatones y eliminar los aparcamientos. Porta Oriola, Sant Miquel, Barques, San Vicente, Fatxo, Uberna, Abadía y Fossar son los viales donde el Ayuntamiento ha proyectado poner las aceras y la calzada a la misma altura, de manera similar a las calles peatonales. La diferencia es que en estas zonas sí que permitirá el paso de los vehículos que tendrán que reducir, eso sí, la velocidad drásticamente y no podrán circular más rápido que un viandante.

Es lo que la Concejalía de Movilidad, dirigida por Esther Díez, ha bautizado como «plataformas únicas» y que ya funcionan en El Raval, como es la calle Aurora.

La remodelación costará cerca de medio millón de euros y forma parte del Plan Centro del equipo de gobierno que arrancó con las obras en Alfonso XII y en Juan Ramón Jiménez a comienzos de año para preparar el casco antiguo para la peatonalización de la Corredora, prevista ahora para agosto de 2020. A ello se suma la eliminación de los aparcamientos que hay prevista también durante el próximo año en un acceso clave al centro, la calle Virgen de la Cabeza, donde se ampliaran aceras para facilitar el paso del autobús.

El proyecto técnico de remodelación de estas ocho calles ya está redactado y pendiente de aprobar su licitación en la junta de gobierno de este mes, como parte de las inversiones financieramente sostenibles. El propósito municipal es mejorar la accesibilidad en estos puntos y acabar con aceras impracticables, además de mejorar la estética. «La tendencia es ir reduciendo aparcamientos en superficie en el centro para garantizar la movilidad de los vecinos y aumentar su comodidad», señaló Esther Díez.

Con ello, en Porta Oriola, Sant Miquel y Barques los coches dejarán de poder aparcar (hay unas cinco plazas en cada calle) y las estrechas aceras que ponen en apuros a los carros de bebés y sillas de ruedas también pasarán a la historia. El equipo de gobierno ha proyectado poner en todos estos viales asfalto impreso y hacer un pavimento continúo. Se mantendrá el carga y descarga para seguir dando servicio a los comercios.En la calle San Vicente será donde más estacionamientos desaparezcan con la instalación de un suelo uniforme a las espaldas del colegio Ferrández Cruz. En este punto hay ahora mismo espacio para una quincena de vehículos que estacionan en la zona azul pagando.

El problema aquí es el mismo que en los viales anteriores, la estrechez de las dos aceras en un punto donde, además, el tráfico es alto, lo que pone en riesgo a los peatones.

Por último, las calles Abadía y Fossar, ya en el barrio de El Raval, seguirán el mismo camino y está prevista la eliminación de cuatro plazas de aparcamiento. Las obras se ejecutarán aprovechando unos trabajos de modernización de la red de saneamiento que tiene programados Aigües d'Elx en estos dos puntos para el próximo año.

La concejal de Movilidad defendió este proyecto también porque considera que mejorará la «calidad de vida de los vecinos de estas calles», al permitir la carga y descarga y pequeñas paradas a los residentes, algo que ahora no pueden hacer porque las calles no lo permiten, tal y como están planteadas.

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