La Leyenda franjiverde Nino, el hombre de los récords del Elche y de la categoría de plata del fútbol español, vio anoche cumplido su gran sueño: subir a Primera División con el equipo de su corazón. Era su gran anhelo y casi su único objetivo pendiente en una admirable carrera y a los 40 años lo ha conseguido después de la temporada más larga y extraña que se recuerda.
Se de la circunstancia de que Juan Francisco Martínez Modesto, el cañonero de Vera, ya había subido a la máxima categoría dos veces en Girona, con el Osasuna en 2016 y con el Tenerife en 2019, y anoche logró su tercer ascenso a LaLiga Santander con el equipo de sus amores, en el que vive su duodécima temporada y todo apunta a que seguirá una más si llega a un acuerdo con el club para jugar en Primera también con la camiseta franjiverde.
El máximo realizador histórico del Elche y de la Segunda División ha marcado ya un total de 242 tantos ( 24 en Primera, 195 en Segunda, 19 en 2ª B y cuatro en la Copa del Rey) en sus 22 años de carrera profesional, en ninguno de los cuales ha faltado a su cita con el gol tras pasar por el Elche en dos etapas, Osasuna, Tenerife y Levante.
Nino ha sido determinante en la historia reciente de este rutilante Elche, que ha pasado en apenas dos años de las «catacumbas» de la Segunda División B a la «gloria» de LaLiga Santander, de la que fue expulsado en 2015 en un traumático descenso administrativo por las deudas.
Cuando el Elche estaba prácticamente eliminado del «play-off» por el ascenso a Segunda A en la segunda eliminatoria ante el Sporting B, un gol salvador del delantero almeriense en el partido de vuelta en Mareo permitió al equipo de Pacheta clasificarse para la final y volver al fútbol profesional en la final ante otro filial, el Villarreal B.
También en esta fase de ascenso a Primera, el capitán franjiverde dio a su equipo el pase a la final con aquel gran derechazo en el minuto 81 del partido de vuelta en La Romareda que tumbó al favorito Zaragoza. Convertido en un referente ético y profesional del fútbol español, ejemplo reconocido para todo el fútbol base, la Leyenda se hizo anoche aún mayor en Montilivi, su estaio fetiche.