DIEZ AÑOS DE «CUADERNOS VIAJEROS»

«Cuadernos Viajeros», el amplio y simpático colectivo de dibujantes sobre cuadernos, de Elche, cumplió el mes pasado los diez años de su fundación. Para celebrarlo, se ha editado un precioso libro conmemorativo con una selección de cuatro dibujos por cada participante. El libro lleva por título «Cuadernos Viajeros III. Diez años. Del Hort de la tía Beleta al Covid-19” y sigue la misma línea y formato de los dos libros editados anteriormente: «Cuadernos Viajeros. El despertar» (2012) y «Cuadernos Viajeros II. Pasado Dibujado. Cuadernos Viajeros en Puçol» (2020). Salpicados los tres con profusión de fotografías de los distintos escenarios donde se realizaron los dibujos.

La historia de «Cuadernos Viajeros» es un precioso pequeño relato de la educación artística en los espacios informales. Arranca del Taller de Pintura del Centro de Adultos Mercé Rodoreda, de Elche, conducido por mí en aquel entonces, que funcionaba todos los viernes por la mañana y por la tarde. La natural pero descuidada limpieza de las paletas de pintura en los lavabos llevaría a la dirección del centro a tomar la decisión de suprimir el Taller de Pintura para el curso 2010-2011 que recién empezaba. Un auténtico mazazo. Inmediatamente nos reunimos todos los componentes del Taller para preparar la defensa de las clases. Se escribieron cartas de concienciación al director. Se organizó un comité negociador… Pero mientras tanto algo teníamos que hacer. El grato recuerdo de mis variopintas experiencias con la pintura al aire libre hizo que se pensara en trasladar las clases al vecino Hort de la tía Beleta, los sábados por la mañana. Dibujaríamos del natural y sobre cuadernos, siguiendo la estela de los Urban Sketchers (Dibujantes Urbanos)… Sorprendentemente, la experiencia de dibujar al aire libre resultó de lo más estimulante y liberadora. Seguíamos en Internet los blogs de los distintos grupos de dibujantes urbanos y comenzamos a mirar de otra manera: a deparar en la frescura y la sugerencia de los apuntes rápidos. Y lo más importante: después de cada sesión de dibujo acabábamos en un bar para comentar los trabajos y tomarnos unas cervezas con calamares.

Mientras tanto, una alumna del Taller, Mireia Sempere, futura doctora en «robóticos», se ofrecía para crearnos un blog de dibujantes como los que veíamos en Internet. Su padre, Ramón Sempere, también alumno del Taller, se ofrecía como coordinador de las actividades del grupo. Nacía «Cuadernos Viajeros», www.cuadernosviajeros.com. Pero lo más chupi es que al mismo tiempo recibíamos la noticia de que se nos ofrecía de nuevo el Taller de Pintura con algunas consideraciones. ¡Bravo! Así las cosas, los viernes se darían las clases de dibujo en el aula del colegio y los sábados por la mañana las sesiones de «Cuadernos Viajeros» al aire libre. ¡Estupendo! Mientras tanto, en las quedadas de los sábados, se nos irían agregando los amigos, familiares y profesionales del dibujo y la pintura que veían en estas salidas a dibujar del natural un magnífico y saludable divertimento. Aprendiendo los unos de los otros.

Ahora, diez años después, tal vez sea el momento de poner en valor la gran labor de conexión y mantenimiento informático que, semana tras semana, nos han ido deparando los compañeros Mireia y Ramón. Disponemos ya de tres bellísimos libros de dibujos (compaginados por Ramón) que son una auténtica maravilla para el recuerdo de nuestros viajes alrededor del dibujo y la pintura. Y dentro de poco nos sentiremos muy orgullosos de figurar en la apasionada tesis doctoral que nuestro Ramón prepara sobre los Cuadernos de artista. Gracias, Mireia y Ramón, por el monstruito. «Cuadernos Viajeros» es hoy por hoy la escuela de dibujo más libre, emocionante y divertida de cuantas podíamos haber soñado. La única en el mundo que utiliza calamares en su metodología. Felicidades a todos los compañeros de Cuadernos Viajeros.

Mención especial merecen los «Encuentros de dibujantes urbanos en Elche. Dibujando entre palmeras», organizado por Cuadernos Viajeros y el Ayuntamiento de Elche; con la participación de artistas urbanos de todo el Estado español y de nuestros incondicionales de siempre: «Ladrones de cuadernos», «El dibujo elocuente», «DibuNómadas», «De vuelta con el cuaderno», «El retratista nómada», «Los cuatro gatos»... De todos estos Encuentros han resultado miles de dibujos de nuestro entorno que, por su belleza y variedad, nos inducen a pensar en lo bonito que sería para el Ayuntamiento de Elche disponer de un libro de estampas contemporáneas de la ciudad para sus obsequios de Protocolo. Aprovechando que los dibujantes somos así de felices y solidarios y no cobraríamos nada por la cesión de las imágenes. Hasta ya tenemos el nombre del volumen: «Cuadernos Viajeros IV. Elche dibujado». ¡Ánimo alcalde! Continuará…