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La tribuneta

Aquel museo de arte contemporáneo (1ª PARTE)

AQUEL MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO (1ª PARTE)

El Museo de Arte Contemporáneo de Elche (MACE) nace a idea de los pintores del Grup d´Elx (1969-1975) Sixto Marco, Alberto Agulló, Toni Coll y Joan Castejón. Adalides del arte social cuyo tema de trabajo era el hombre y sus circunstancias, con firmes propósitos de democratizar el consumo del arte. Cuarenta años después de la inauguración del Museo (agosto de 1980), bien merecerá un recuerdito de reconocimiento y homenaje, al tiempo que animar a los estudiantes de Historia del Arte a que dediquen alguna de sus tesis doctorales al Museo, tal vez la mejor manera de dar a conocer su historia y su presente.

El 1 de enero de 1970, el periodista Vicente Pastor Chilar entrevistaba para el periódico Primera Página a Sixto y Alberto: «Preguntas que cómo haremos para aportar lienzos a la pinacoteca. Lo vamos a hacer por el sistema del intercambio. Nosotros ofreceremos uno de nuestros óleos a un determinado pintor, que consideremos de valía, a cambio de que él nos entregue otro con destino al Museo». Más tierno imposible. El 7 de junio del mismo año, el crítico de arte Ernesto Contreras escribía en INFORMACIÓN: «Y, surge, naturalmente, un ambicioso proyecto nacido en el seno del grupo: la creación del Museo Ilicitano de Arte Actual. El Ayuntamiento les ha prometido su apoyo, incluso se ha insinuado el lugar idóneo para ubicarlo: el viejo Palacio de Altamira». Vemos que en los primeros setenta todavía estaba todo en el aire, desde la manera de conseguir los cuadros hasta el nombre y la ubicación del Museo.

En 1974, la Caja de Ahorros del Sureste de España en Elche ponía en marcha la Escuela de Pintura del Hort del Xocolater, una feliz idea del delegado de Obras Sociales de la entidad, Jaime Brotóns Guardiola, que se complementaría con el asesoramiento de los arquitectos Tomás y Manuel Martínez Blasco. Toda la didáctica del proyecto pedagógico se dejaba enteramente en manos de los componentes del Grup d´Elx, artistas comprometidos con la sociedad y de gran alcance mediático ya.

El 24 de junio de 1976 el periódico La Verdad recogía las nuevas opiniones de Sixto y Alberto sobre el Museo: «Efectivamente, el «Grup» tiene ya esa caja de resonancia a nivel nacional, puesto que somos un elemento estudiado dentro de la pintura, con personalidad, acogido en los manuales y obras sobre artes plásticas. El «Grup», merced a sus amistades y relaciones con un número considerable de pintores españoles, y aun extranjeros, puede contactar con ellos para que accedan a colgar sus obras en este museo ilicitano». Por lo que se deduce, las obras estarían en depósito y serían propiedad de los artistas.

El 16 de noviembre de 1977, el mismo periódico se hacía eco de las últimas previsiones: «Nosotros queremos que en las salas del Museo de Arte Contemporáneo de Elche se vea vida: así, por ejemplo, cada cierto tiempo las obras que contenga, se renovarán de forma tal que, cada artista, pueda mandar sus últimas creaciones, la obra en la que trabaja. Así podrá verse cuál es la evolución de los artistas cuya obra esté depositada aquí. Huimos de que en el Museo se esté viendo una y mil veces lo mismo, porque el arte no es estático, sino cambiante. Y con la idea de la renovación periódica podrá verse hacia dónde camina el arte, y cada artista en particular». Se inspiraban en el funcionamiento del Museo de Villafamés (Castellón), con ideas del crítico Vicente Aguilera Cerni.

El 13 de agosto de 1980 se inauguraba, ¡por fin!, el Museo de Arte Contemporáneo de Elche. Siendo alcalde Ramón Pastor y María Rosa Verdú concejala de Cultura. Con la asistencia del ministro de Cultura, Ricardo de la Cierva: «Felicitamos pues, al Ayuntamiento y al grupo promotor por esta iniciativa que hoy ha desembocado en un relevante museo monográfico» (INFORMACIÓN 14.VIII.1980). Consciente de que era un acontecimiento histórico, me llevé la cámara y disparé cuatro carretes de 36 fotografías. Deben estar casi todos los artistas asistentes.

El 8 de mayo de 1981, el pleno del Ayuntamiento aprobaba el Reglamento de Régimen Interior del Museo. El art. 19º, respecto de los Fondos artísticos y patrimoniales del Museo, decía: «La invitación a los artistas que deben formar parte del Museo, así como la aceptación de aportaciones, solicitadas o no, son facultad de la Junta Rectora mediante acuerdo por unanimidad de sus miembros. Los conservadores podrán hacer proposiciones por separado de admisión a la Junta Rectora». Sixto tendrá el cargo de director y Alberto el de secretario. El art nº 21, continuaba: «Como elemento testimoniador del devenir artístico, el Museo se compromete a reunir la más amplia información posible sobre los artistas en él representados, y en este aspecto recabará de aquellos su colaboración a todos los niveles, y para ello considerará prioritario que todo artista en él representado, una vez finalizado el plazo de permanencia de su obra, siga representando en el Museo. Asimismo se creará en el ámbito del Museo, un archivo en el que quede constancia de toda labor realizada por los artistas que una vez colaboraron con el mismo». En definitiva, se divisaba un museo de obras renovables y con un enfoque de información constante al pueblo.

El curso 1982-1983 de la Escuela de Pintura más bonita del mundo se bifurca en dos escenarios pedagógicos bien diferentes: los jardines del Hort del Xocolater, de enseñanza libre, con atención a niños y adultos, y los locales cerrados de la CAAM en la calle Antonio Machado, con una enseñanza reglada lo más parecido a una academia de Dibujo y Pintura. Continuará…

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