La concejal de Urbanismo, Ana Arabid, ha detallado hoy la problemática que sufre la ladera del Vinalopó, donde se asienta el Molí Real, con una grieta de más de cinco metros, un lugar tan transitado a diario que lleva dos años vallado ante el peligro de desprendimientos. El Ayuntamiento ha explicado cómo será la reparación que arrancará una vez que la Conselleria de Cultura dé su visto bueno.
Un estudio geotécnico realizado a principios de año sobre el subsuelo de la ladera ha desvelado las causas que han originado la profunda brecha de cinco metros de altura agravada tras las últimas tormentas. El exceso de agua ocasionado por las filtraciones a raíz de las últimas lluvias, unido a una fuga en la Acequia Mayor que pasa por encima del molino, han contribuido a debilitar el terreno. Precisamente, la red de riego lleva presentando una degradación a marchas forzadas por la falta de inversiones. A estos problemas se une al mal funcionamiento de los mechinales, unas oquedades presentes en el muro inferior de la construcción, que sirven para que el agua salga y que están obstruidas.
El estudio ha apuntado también que ha habido movimientos horizontales en el muro de mampostería que sujeta el inmueble, lo que ha producido la grieta que hay en el vértice del muro. La erosión del talud en la zona lateral también ha propiciado la perdida del material y desgaste del terreno. Con ese diagnóstico y las recomendaciones, una empresa de ingeniería externa ha redactado ya el proyecto de la estabilización del Vinalopó que costará 170.000 euros y que una vez salga a licitación necesitará tres meses de obras. Esa actuación va a consistir en reforzar tres zonas.
Lo que se pretende hacer, según Arabid, es darle una mayor estabilidad al muro que se unirá con el terreno para minimizar el agua en su interior. Para ello, se reforzará su base para evitar movimientos de la cimentación, se anclará en el terreno a través de una especie de tornillos. Asimismo, se coserá la grieta y se rellenará con mortero para recuperar esa firmeza.
También está prevista la impermeabilización del muro por la parte superior para evitar esas filtraciones que se están produciendo. Otro de los objetivos es recuperar el aspecto original del talud. A ello se sumará la colocación de materiales hidrófugos en la Acequia para evitar esas posibles fugas que se están dando.
La edil de Urbanismo aseguró que esto es un paso decisivo para proteger el patrimonio y acometer la posterior rehabilitación del histórico molino para lo que el Ayuntamiento pedirá subvenciones.
