Elche. Madrugada del sábado al domingo. Son cerca de las doce y media de la noche. Los últimos bares abiertos, ya prácticamente vacíos, recogen rápidamente sus terrazas para cumplir con la nueva normativa de la Generalitat de cerrar antes de la una.
Mientras, decenas de jóvenes hacen cola en algunos establecimientos 24 horas del centro de la ciudad. A pesar de que ningún local puede vender bebidas alcohólicas después de las 20 horas, muchos lo hacen. Otros, con la bebida ya comprada de antes, entran a comprar hielos, vasos y refrescos para el botellón.
“No sabemos todavía a dónde ir, pero es muy pronto para volver a casa”, se escucha a un grupo a lo lejos.
Los más precavidos salen de los locales con la bebida escondida en mochilas o bolsos pero otros lo hacen en bolsas de plástico sin demasiado disimulo. Ni siquiera la alta presencia policial, que ronda toda la zona centro de la ciudad, disuade a la gente.
“No sabemos todavía a dónde ir, pero es muy pronto para volver a casa”, se escucha a un grupo a lo lejos.
La gente empieza a dividirse en pequeños grupos de amigos. La mayoría, grupos de 5 o 6 personas, se van a pisos o terrazas privadas. Otros se mueven a la zona de Altabix donde coinciden con los que salen de las discotecas, ahora reconvertidas en bares, que cierran a la misma hora.
"Si bebemos dentro del coche técnicamente no es hacer botellón", aseguran
"Si bebemos dentro del coche técnicamente no es hacer botellón", comenta uno de los jóvenes que acude a la puerta de los locales para continuar la fiesta.
Conforme avanza la noche algún grupo se anima también a reunirse en los parques, a pesar de que la Policía puede multar hasta con 30.000 euros el consumo de alcohol en vías públicas.
En Santa Pola la situación es parecida. Los fines de semana los bares y comercios se llenan hasta arriba. Cuando los establecimientos cierran, muchos jóvenes y algunos adultos deciden continuar con la fiesta por su cuenta.
La mayoría de los botellones en este caso se registran en las playas, sobre todo en lugares no muy iluminados. En zonas como Playa Lisa o Gran Playa la escasa iluminación hace que sea bastante difícil para la Policía detectar a lo lejos a los grupos reunidos.
"Entiendo que se persigan los botellones, pero una cosa es una fiesta de 100 personas y otra tomar algo en la playa con tu grupo de amigos. No tiene sentido que en un bar puedas pero fuera no", asegura una joven sobre las nuevas multas anunciadas por Ximo Puig por la práctica de botellón.
"Una cosa es una fiesta de 100 personas y otra tomar algo en la playa con tu grupo de amigos. No tiene sentido que en un bar puedas pero fuera no", asegura una joven sobre las nuevas multas anunciadas por la práctica de botellón.
61 actas por botellón el fin de semana
La Policía Local de Elche registró durante el fin de semana un total de 61 actas de sanción por consumo de alcohol en la vía pública, once por desobediencia y 51 por molestias con la música. Las reuniones clandestinas en domicilios son muy complicadas de disolver porque en la mayoría de los casos no se puede asegurar con exactitud que se supera el máximo de seis personas permitido en espacios cerrados.
