La calle Muhammad Al- Shafra del barrio de San José y junto a la ladera del río lleva cerca de dos años sin arreglarse desde que se abriera un gran socavón provocado a causa de las gotas frías en 2019. El proyecto de remodelación de la calle ya está adjudicado desde hace cerca de dos semanas, aunque los vecinos reprochan que siguen sin noticias sobre cuándo volverá a la normalidad. La zona presenta grandes grietas y los residentes temen que no sea una zona segura para vivir porque hay edificios que llegan a superar los sesenta años. Resaltan que en los últimos tiempos han aparecido nuevas grietas y se ha roto el muro de contención, según los residentes.
Del mismo modo, desde Podemos Elche alertaban este martes de la situación que atraviesa el entorno y los perjuicios que genera para el vecindario. Criticaban desde esta formación política que «las actuaciones del Ayuntamiento se han limitado a simples promesas desde agosto de 2019». Moisés García, uno de los vecinos de la zona y coordinador de la formación en Elche critica que las grietas cada vez son más grandes y no se ha puesto remedio.
Cuando se produjo el agujero el Consistorio acordonó el punto más critico, donde se piensa actuar, y desde entonces hay un vallado que limita el paso. Desde entonces los residentes tienen que dar la vuelta al edificio para encontrar una entrada a su vivienda.
Algunos vecinos consultados exponen que este problema también está afectando a la salubridad de la zona ya que hay tramos donde las aceras están levantadas y ha crecido la maleza. Incluso han llegado a ver ratas merodeando en los últimos tiempos por la degradación de la zona, atajan.
Desde la asociación de vecinos de San José exponen que no han tenido comunicación oficial de cuándo se intervendrá y reiteran el malestar de los vecinos por una calle «que está muy mal».
La actuación costará más de 250.000 euros para evitar nuevos corrimientos de tierra por fuertes lluvias
Apuntan en la zona que la pasarela está más deteriorada, y lo achacan a los problemas de inestabilidad en la ladera. Ante este caso, los vecinos reprochan que no se esté actuando con la misma celeridad que en otros puntos como la calle Mariano Soler Olmos, donde también se produjo un hundimiento.
Para reparar los daños el Ayuntamiento gastará más de 250.000 euros para asegurar la zona ya que hay un alto riesgo de que otro episodio torrencial, o una fuga considerable de agua pueda producir más deslizamientos de la ladera que hundan más la calle, lo que podría afectar a las infraestructuras y edificaciones, así como a los viandantes que caminan junto a la rambla del río.
A nivel municipal estudiaron el subsuelo y detectaron que no es un problema superficial. La solución pasará por derribar muros así como el pavimento resquebrajado que perimetra a los edificios. Esa actuación vendrá cuando se recupere el talud. De igual modo se desviará el actual trazado de la red de alcantarillado y de la histórica acequia de Marchena evitando interferencias entre ambas redes.
