La Federación de Industrias del Calzado Español (FICE) quiere saber qué pasará a partir del 29 de noviembre cuando venza la prórroga de los Estados Unidos a la subida de aranceles a las exportaciones, lo que supondría un incremento de un 25%. Esta preocupación e incertidumbre se la ha trasladado al director general de Política Comercial para que negocie con sus homólogos estadounidenses.
La crisis surgió el 26 de marzo de 2021 cuando Estados Unidos, contestó al aumento de impuestos en España por servicios digitales, anunciando una propuesta de subida de aranceles del 25% a una serie de productos españoles entre los que destacaba el calzado. El 2 de junio Estados Unidos confirmaba la medida, pero la ponía inmediatamente en suspenso por un periodo de 180 días, es decir, hasta el 29 de noviembre de 2021.
«Al encontrarnos en el ecuador de este plazo, desde FICE hemos intensificado los contactos para conseguir una ampliación de esa prórroga a un plazo indefinido o mucho más amplio que permita a las empresas de calzado de España operar con seguridad jurídica en su mercado extracomunitario más importante», explica.
Desde la Dirección General de Política Comercial trasladaron a los representantes de FICE que el Gobierno de España va a intensificar las reuniones con la autoridad competente de Estados Unidos y otros interlocutores involucrados en este conflicto comercial. «Como primer paso, nos han invitado a participar en una reunión con dos asesores del Comisario Europeo de Comercio», explican desde la patronal.
Por otro lado, el 20 de septiembre FICE participó en la presentación del Plan de Acción para la Internacionalización de la Economía Española que organizó CEOE Internacional y que contó con la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez. Al final de la sesión, trasladó que tanto desde su Secretaría como desde el Gabinete de la ministra de Industria están trabajando en conseguir una prórroga indefinida, o mucho más amplia, que permita a las empresas de calzado trabajar con seguridad en el mercado estadounidense. En plena recuperación de numerosos sectores esenciales, el calzado necesita un refuerzo más en las exportaciones a EE UU y que no se ponga el arancel es clave.
