Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La solidaridad no puede esperar al covid

Una ONG de Elche crea durante la pandemia una escuela-taller en un orfanato de Mauritania

Orfanato de Mauritania; abajo, niños de Chernóbil. | INFANCIA DE NAD

La ONG ilicitana Infancia de Nad está recuperando y potenciando su actividad tras el pico más alto de pandemia y ha dado durante este periodo los últimos pasos para la puesta en marcha de una escuela-taller de costura en Mauritania . Su objetivo: dar salida a los niños del orfanato de Nouadhibou (Mauritania), en el que esta asociación sin ánimo de lucro lleva años implicada. Desde allí salió la pequeña Emeyah, una niña con una grave malformación en una pierna, que está siendo tratada en València por uno de los más reputados cirujanos del mundo.

Muy agradecidos por la ayuda prestada cuando hubo que traer a Emeyah a España, los responsables de esta ONG con sede en Elche solicitan ahora apoyo para un proyecto que la pandemia frenó pero no ha conseguido parar: darles un futuro a los niños del orfanato mauritano donde la presidenta de Infancia de Nad lleva casi una década colaborando. Rosa Marhuenda explica que «lo que pretendemos con esta escuela taller es dar una oportunidad a todos los niños del orfanato, una autosuficiencia que pueda aportarles los recursos necesarios para vivir. Y aquí es donde necesitamos el apoyo de nuestros vecinos. La solidaridad no puede esperar más».

La solidaridad no puede esperar al covid

La ONG ya tiene cerrado el envío de un contenedor «que llevamos preparando durante mucho tiempo con todo lo necesario para crear esta escuela-taller de costura y que la pandemia llevó a pique y ahora remontamos con más ganas si cabe. Necesitamos pagar altas tasas de aduanas, aranceles, transportes terrestres y marítimos. Por lo que asciende a un total de 5.000 euros. Pero entre todos vamos a conseguirlo. Si cumplimos este reto sería el último empujón para finalizar un proyecto de mucho tiempo, y que está a punto de ver la luz», destaca Marhuenda, que ofrece un enlace en internet para realizar los donativos: https://www.migranodearena.org/reto/cosiendo-un-futuro

Infancia de Nad es una organización sin ánimo de lucro afincada en Elche, cuyos objetivos de actuación están bien definidos. Apuesta por la ayuda a la infancia a todos los niveles, «pero siempre creando unos pilares que acompañen a los menores en todas las etapas de desarrollo y aprendizaje, hasta que por fin puedan adquirir una experiencia que les permita ser independientes y autosuficientes económicamente. Mucho más ahora, que hemos visto lo difícil que es superar una pandemia en estos países», expone la presidenta. Marhuenda explica que «Mauritania es un país muy pobre. Está ubicado en pleno desierto del Sáhara. La desnutrición es la afección principal de los bebés abandonados que llegan. Muchos de ellos, pasados los meses son adoptados por familias mauritanas; pero otros, no. Y esos menores son los que se quedan en el Orfanato para siempre».

La solidaridad no puede esperar al covid

Desde ONG Infancia de Nad, «creemos en la formación profesional como medio de desarrollo individual, colectivo y social. La mejor vía para que los menores en exclusión como los que viven en Nad, puedan llegar a tener una formación que les permita profesionalizarse y llegar a ser autosuficientes». La responsable de este orfanato es Aichetou Diallo, «una mujer encantadora, maravillosa y adorable. Qué voy a decir de ella, cuando ha sido más que mi hermana en mis largas estancias en Nouadhibou, Mauritania. Ella dirige un el orfanato Nourricer Aichetou Diallo (NAD). Desde muy joven supo que su vida la iba a dedicar al servicio del cuidado de los niños sin hogar. Y después de mucha lucha, creó este servicio, donde cuida y saca adelante a los niños excluidos y abandonados que llegan», remarca la responsable de la ONG.

El problema es: «¿Cómo se le da un futuro a estos niños que no han tenido la suerte de encontrar una familia? El Estado mauritano no aporta ayudas de ningún tipo, los menores crecen, los niños empiezan a buscarse la vida en la calle, las niñas, las más perjudicadas en esta situación también salen a la calle, se empiezan a prostituir a cambio de caramelos, de dulces, de varias monedas, contraen VIH, son violadas, se casan o las casan, y se acabó su infancia. Y es eso lo que buscamos también en el conjunto del orfanato. Una autosuficiencia que les aportará los ingresos de los trabajos realizados en el taller», concluye Marhuenda.

76 menores de Chernóbil en acogida este verano

Esta ONG ilicitana también llevó a cabo este verano un proyecto destinado a los menores de Ucrania, afectados por la catástrofe nuclear de Chernóbil. Un programa «con el que, aún con las fronteras cerradas, conseguimos que 76 menores pasaran un verano inolvidable, en casas de acogida de familias de toda España, con buena alimentación, revisiones médicas, tratamiento odontológico, y en un caso, una cirugía a una menor», expone Marhuenda. Dado el éxito del programa, la ONG va a repetirlo estas Navidades con, al menos 68 menores.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats