El Palacio de Congresos que la Diputación financiará en Elche se levantará frente a la estación de autobuses y a la Universidad Miguel Hernández en una parcela privada. Después de tres años discutiendo la ubicación, el presidente de la institución provincial, Carlos Mazón, y el alcalde, Carlos González, quien se empeñaba que fuera al barrio de Carrús, escenificaron este martes el acuerdo «in situ» entre ambas administraciones sobre el emplazamiento. El anuncio permite a Elche salir de una larga espera y adelantar al proyecto que, también de la mano de la Diputación y del Consell, el Ayuntamiento de Alicante prepara en el Puerto.
Para la adquisición de los terrenos de la avenida de la Universidad y el Camí de la Bassa dels Moros, el organismo provincial inyectará 4,5 millones de euros al Ayuntamiento que se ocupará de expropiar de manera forzosa el suelo de 5.000 metros cuadrados a los dueños con los que el primer edil dice haber llegado ya a un «acuerdo básico».
En este enclave se ubicaba la antigua fábrica de Uniroyal y lleva décadas siendo un descampado al tener el suelo una clasificación en el Plan General de Ordenación Urbana de uso dotacional, cultural y educativo. Permite una edificabilidad de 23.000 metros cuadrados y por su emplazamiento en zona de amortiguamiento del Palmeral será necesario que la Dirección General de Cultura informe favorablemente, así como la Unesco. También tendrá que hacer lo propio Aena por ser un área de servidumbre con el aeropuerto.
La «conectividad» con el transporte público, al estar también a escasos metros de la estación de Renfe, con la autovía cerca y la proximidad al campus universitario han sido los condicionantes que les ha llevado a decantarse por esta parcela. «Una ubicación estratégica incuestionable» a «solo unos minutos del centro histórico», tal como definió el regidor ilicitano.
Y así, el futuro inmueble no estará ni en Carrús como pretendían, PSOE y Compromís y rechazaban los empresarios, ni en las parcelas que propuso la Universidad en su informe inicial, entre ellas, la del Parque Municipal. Tampoco se construirá donde el PP ilicitano quiso, en el centro de la ciudad, en el parking de Candalix. Tras descartar todas estas opciones, la ubicación definitiva fue negociada entre ambas partes en los últimos meses, después de estar en punto muerto, según dijo Mazón, «fuera de los focos» y «de manera discreta», lo que ha permitido «llegar a este día histórico en el que comienza el futuro de Palacio de Congresos».
El responsable del organismo provincial aseguró que reclamaron a la UMH que «ampliara su análisis a nuevas zonas, con la visión y la capacidad de desarrollo futuro de un centro que reuniera todas las características que debe tener una gran instalación de referencia». A partir de aquí, la hoja de ruta de la Diputación pasa por sacar a licitación a comienzos de año el anteproyecto que desvelará las dimensiones y la inversión aproximada que necesitará. En su día, su antecesor, César Sánchez, habló de 1.200 plazas y de un parking subterráneo de 500. Lo «deseable», según su sucesor es que después del verano se pueda contar con el anteproyecto y a partir de ahí seguir dando los pasos necesarios para poder empezar unas obras, cuyos plazos son una incógnita. Igualmente, en todo este camino que queda por delante, ambas instituciones tendrán que decidir el modelo de gestión del inmueble, del aparcamiento y del posible restaurante que pueda albergar.
Ambos responsables políticos compartieron los beneficios que traerá para la ciudad y la provincia. «Tanto la ciudad de Alicante como la de Elche podrán disfrutar de la mucha demanda que hay en este sentido y la compatibilidad y la complementariedad es posible en este eje», aseguró Mazón.
Por su parte, el alcalde coincidió en el «potencial inmenso de la provincia en turismo congresual, que podemos hacer compatible la cooperación entre dos instalaciones en beneficio del conjunto de la provincia». «Hablamos de dinamismo económico, de una actuación que tiene una enorme envergadura para impulsar la actividad económica en la ciudad». El portavoz del PP ilicitano, Pablo Ruz, fue el único que se pronunció para aplaudir «el sentido común y la sensatez» y agradeció a la Diputación la inversión de «una cantidad ingente de millones» en la ciudad para situarla en el mapa internacional del turismo congresual».
