La reciente plantación de macrocultivos en el perímetro de amortigüamiento de impacto del Parque Natural de El Hondo y en la zona de especial protección de las aves ha puesto en alerta a la junta rectora del paraje al ver amenazados los acuíferos, la flora y la fauna de este espacio protegido. Tres asociaciones, Margalló Ecologistas, la Associació per al Desenvolupament Rural del Camp d’Elx y Colla Ecologista El Campanà de Crevillent han anunciado una marcha para este domingo (a las 10 horas desde el Hospital del Vinalopó) contra la proliferación de la agroindustria que ha cubierto grandes extensiones con plásticos al sur del humedal, en término municipal ilicitano. Reclaman medidas urgentes a la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, en manos de la ilicitana Mireia Mollà, para salvaguardar el entorno del Hondo.
La junta rectora de El Hondo, presidida por Vicent Sansano, ha denunciado asegura haber denunciado hace meses ante la administración autonómica la implantación de esta actividad en una zona sensible del paraje natural donde nidifican aves protegidas como la canastera. Igualmente, lo ha puesto en conocimiento del Consejo Agrario Local y ante el de Medio Ambiente del Ayuntamiento. También ha pasado notificación al departamento municipal de Infracciones Urbanísticas para que tome partido ante la presencia de macrocultivos en un hábitat donde necesariamente tienen que preguntar a la junta rectora de El Hondo antes de implantarse, además de pedir la licencia municipal correspondiente, según Sansano. Y es que las plantaciones en esta zona de El Hondo han supuesto además la construcción de una balsa y de torres para suministros. Desde el Parque Natural han advertido que se están cometiendo infracciones medioambientales con los movimientos de tierra, la eliminación del mosaico vegetal, la sustitución de los drenajes naturales del territorio por otros subterráneos y por el cambio del riego tradicional (a manta) al goteo.
El presidente de la junta rectora ha advertido que esta actividad pueda «suponer una grave agresión a los acuíferos porque se están utilizando fertilizantes y otros productos que acaban arrastrándose y llegando a los azarbes donde toman agua varias comunidades de regantes que nutren El Hondo y puede afectar a las Salinas de Santa Pola también». Teme, además, que estos macrocultivos se convierta en la avanzadilla de otras empresas que vengan detrás.
En esta línea, la ambientóloga e integrante de Margalló, Mariló Antón, ha coincidido con Sansano en que «el impacto paisajístico de la implantación de estas empresas en el entorno de El Hondo es más que evidente, la utilización de plástico y geotextiles para proteger los cultivos supone la desaparición de un hábitat utilizado antes por multitud de especies animales, especialmente aves, para alimentarse, descansar o reproducirse». La experta añade que si a esto «le unimos la utilización masiva de fertilizantes químicos y plaguicidas, con la inevitable contaminación de acuíferos que ello supone, el efecto puede ser similar a lo acontecido en el Mar Menor».
Desde la Associació per al Desenvolupament Rural del Camp d’Elx, por su parte, también alertan sobre la variación en el sistema de regadío tradicional que estas explotaciones agrícolas conllevan. «No respetar un sistema de riego que viene de hace siglos supone un peligro tanto para el sistema agrícola como para el ambiental», afirmó Pascual Serrano, presidente de la entidad.
Por ello, reclaman más ayudas a iniciativas de agricultura sostenible para evitar problemas como el que se está generando en el entorno del Hondo. «Es necesario que, de una vez por todas, desde la administración pública se recompensen los beneficios ambientales que iniciativas como la del Parque Agrario de Carrizales proporcionan a toda la sociedad», añadió Serrano. Pascual Serrano, presidente de ADR.
