La Nit de l’Albà, la Palmera de la Virgen y la carretillà en Elche han sido definitivamente suspendidas. Así lo ha anunciado el propio alcalde, Carlos González, acompañado por buena parte de su equipo de gobierno, sobre las 21.45 horas de este sábado, a la vista de la inestabilidad climatológica que está acompañando al municipio durante toda la jornada tras producirse el episodio de “reventón cálido”, con fuertes ráfagas de viento que ya obligaron a la Policía Local a desalojar la noche del viernes la Barraca Municipal y el Racó Gastronòmic a fin de garantizar la integridad de las personas que se encontraban ambos recintos.

La suspensión de la Nit de l’Albà, uno de los momentos más esperados del año por todos los ilicitanos y visitantes, era una idea que se iba extendiendo entre muchos ilicitanos conforme avanzaba el día, sobre todo en vista de las fuertes rachas de viento y el intenso calor que han acompañado en la ciudad. El alcalde ha anunciado también que se baraja trasladar a otro día esta celebración en la que ya todo estaba preparado, aunque aún no ha trascendido cuándo podría llegar el momento y de qué manera, teniendo en cuenta que a pesar de la suspensión oficial hay multitud de vecinos lanzando material pirotécnico desde terrazas.

El equipo de gobierno justificó la decisión debido a los "55 kilómetros por hora que en estos momentos se están registrando en el término municipal, que se traducen en una Alerta Amarilla en vigor", señalaron en la comparecencia pública pasadas las 20.45 horas. El regidor, con un gesto muy serio debido a las circunstancias, estuvo acompañado de miembros del equipo de gobierno que mantenían el mismo semblante, así como responsables policiales y de bomberos del municipio para comunicar que, tras una reunión de trabajo en la que se ha analizado de manera rigurosa los diferentes factores, la decisión más responsable y necesaria, “aunque muy dolorosa y compleja”, ha señalado, es la de cancelar la tradicional festividad en la que los fuegos de artificio son los absolutos protagonistas.

Tal como ha explicado González, el aspecto meteorológico clave para tomar la decisión es “la absoluta incertidumbre meteorológica que predomina en este momento y la posibilidad de que la borrasca desaparezca dentro de un tiempo relativamente corto pero que pueda volver a aparecer inmediatamente”. Trasladan que hay una alerta amarilla por fuertes vientos en la localidad hasta las 23:59 horas de hasta 55 kilómetros por hora, y con una normativa que indica que a partir de los 18 se deben tomar “decisiones de calado que implican duplicar las zonas de protección”, el regidor ilicitano ha manifestado que “no podemos correr ningún riesgo que comprometa la seguridad de las personas ni de otro tipo”. 

El primer edil ha explicado que “nadie puede calibrar qué puede ocurrir en una situación como esta de poner en circulación los 2.800 kilos de pólvora del Ayuntamiento”, refiriéndose a la pirotecnia contratada a nivel municipal. “Las condiciones de seguridad actuales requieren que no se produzca lanzamiento de fuegos artificiales ni por parte municipal ni por parte de particulares”, ha señalado, si bien ha reconocido la dificultad de informar sobre ello a toda la ciudadanía en tan poco tiempo. 

La falta de información en muchos casos ha hecho que la gente lance cohetes, que se escuchan por toda la ciudad y hay una fuerte olor a pólvora. También se han producido concentraciones de personas en entornos icónicos de la ciudad como la plaza de la basílica de Santa María y los efectivos policiales se afanan en explicar a vecinos y visitantes que la celebración se ha suspendido.

Carretillà

La suspensión incluye la Carretillà en la zona acotada del Hort del Monjo, aunque las barracas de momento siguen adelante, pues es una decisión que puede tomarse dentro de unas horas, en función de la evolución meteorológica, tal como precisó González durante la comparecencia. "A partir de ahora, se estudiará las posibilidades de una manera serena, responsable y consecuente”.