El cambio de día de la Carretillà, obligado por la previsión meteorológica del pasado sábado, desincentivó la presencia de carretilleros en el Hort del Monjo. Este año se había aumentado el número de docenas de carretillas previstas para lanzar, hasta llegar a las 2.500. Finalmente, apenas un centenar de carretilleros accedió al recinto acotado y blindado por la Policía. Los agentes identificaron a cada una de las personas autorizadas antes de entrar, previa inscripción y en posesión del obligatorio curso para lanzar carretillas. Los controles se adelantaron a petición de la Associació de Carretillers i Tradicions d’Elx para que todos estuvieran en el recinto a la 1 para el inicio de la Gran Carretillà, que se prolongó hasta casi las 2 de la mañana.

La Policía estuvo controlando en todo momento los accesos a la zona acotada. | ANTONIO AMORÓS

Así, el aforo, que era para 120 carretilleros, aunque el número total de autorizados este año para lanzar era de 440, no se completó. Jaime Sánchez, presidente de la Associació de Carretillers i Tradicions d’Elx, explicó que muchas de las personas que iban a lanzar las carretillas le avisaron de que no acudirían al tener que madrugar por ser el 16 de agosto día laborable. «Además, había un grupo de unos 20 carretilleros de Bigastro que no han podido venir al coincidir con el lanzamiento de carretillas en sus fiestas, tras el cambio de día por la suspensión el sábado», lamentó.

Decenas de personas se agolparon pasada la 1 de la madrugada para ver la carretillà. | ANTONIO AMORÓS

Fue una noche en la que reinó la incertidumbre por el número de autorizados que asistirían finalmente, pero también atrajo a numeroso público aficionado. Además de un amplio dispositivo policial, dos puestos de socorro velaban por la seguridad y para atender a las personas que pudieran resultar heridas.