El equipo de gobierno de Elche (PSOE y Compromís) se niega a bajar los impuestos, como pide la oposición, encabezada por el PP e insistió ayer en su política de congelación fiscal, algo que ha caracterizado los dos últimos mandatos. Ahora bien, si septiembre era un mes para comenzar a pensar en los presupuestos del próximo ejercicio, ayer el portavoz Héctor Díez dio a entender que en esta ocasión la pelota está en el tejado del Gobierno y mientras esté no respire no se sabrá hacia dónde va el borrador del proyecto. La preocupación se centra en dos aspectos. Uno es cuánto subirá el capítulo 1, el que más preocupa a cualquier equipo de gobierno, porque es el que engloba los sueldos. Si la inflación sigue desbocada y el Gobierno de Sánchez decide mantener el poder adquisitivo de los trabajadores, el agujero contable que se hará es importante. En la otra parte, el Ayuntamiento tampoco sabe cuánto subirán las jugosa cuantía que le supondrá su participación en los ingresos del Estado. Con estos asuntos aún por resolver, Díez solo se atrevió a decir que los ingresos previstos son de 205 millones (sin aumentos por esa política de congelación fiscal) y los gastos, de 202 millones, con una subida prevista de un 3%.
El portavoz aseguró que Elche, como el resto de Ayuntamientos, prevé que esa falta de información en un final de año que se anuncia muy complejo, retrase la labor de preparación del que sería el último presupuesto de este mandato.
Díez, de lo que sí dio cuenta es de precisamente los acuerdos adoptados en la junta de gobierno tendentes a ese mantenimiento de impuestos, tasas y precios públicos para 2023. «Este Gobierno ha demostrado un compromiso firme con la moderación fiscal, con mantener congelada la presión fiscal y, en todo caso actualizar el IPC. De los siete presupuestos municipales elaborados por este gobierno desde el año 2015, en seis de ellos ha habido absoluta congelación fiscal y solo en uno se ha actualizado el IPC». Lo único que bajará, más bien se bonificará, es el tema de la fiscalidad verde de la que el gobierno municipal hizo gala aunque, en realidad, beneficia a muy pocos ilicitanos. Así, se establece una bonificación de la cuota del impuesto sobre aquellos inmuebles catastrales (garajes) en los que se haya instalado puntos de recarga homologados para vehículos eléctricos. Se aplicará una bonificación de un 50% sobre la cuota íntegra del Impuesto sobre bienes de inmuebles de la plaza del garaje. Respecto a la rebaja en el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) propone una bonificación del 90 por ciento sobre la cuota las construcciones, instalaciones u obras necesarias para la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos.
