La primera semipeatonalización de Carrús que tiene a la calle Olegario Domarco Seller en obras desde hace ocho meses ha acabado desembocando en una recogida de firmas por parte de vecinos que se resisten a perder 120 plazas de aparcamiento y a contar con un espacio en el que los peatones tengan prioridad sobre los coches.
El descontento en este barrio de la ciudad, donde sus residentes niegan que se les haya consultado el proyecto en ningún momento, está yendo a más y la reunión mantenida este lunes con el equipo de gobierno no ha servido para acallar las voces de un sector vecinal que pretende hacer presión para paralizar los trabajos.
Los percusores de esta iniciativa consideran que este vial no es el más indicado para transformarlo en un corredor verde o plataforma única porque el número de comercios y de negocios abiertos es más bien escaso. Además, temen que la medida para rebajar el tráfico en la calle genere inseguridad, suciedad y vandalismo. No obstante, el mayor inconveniente lo encuentran en la supresión del estacionamiento en la calle, en un barrio que ya de por sí está saturado de vehículos con edificios que por su antigüedad carecen de garajes.
Con estas reticencias y pese a que las obras están en marcha desde febrero (primero arrancaron con la renovación del agua potable), residentes de Carrús-Plaza Barcelona han acordado este martes emprender una serie de acciones para tratar de mostrar públicamente su malestar y de encontrar soluciones con el Ayuntamiento. Igualmente quieren buscar el apoyo de otros colectivos y vecinos del barrio.
Plazos
Desesperados por el lento ritmo al que avanzan los trabajos, el pasado lunes, una representación vecinal de la calle Olegario Domarco Seller y de la asociación de vecinos Carrús- Camino de los Magros se reunió con el alcalde, Carlos González, y ediles del equipo de gobierno. Elevaron sus reticencias a perder estacionamientos y preguntaron por qué se ha elegido esta calle de Carrús para semipeatonalizarla.
Sin embargo, el reclamo unánime de los asistentes a este encuentro fue que se aceleraran las obras lo máximo posible para evitar más molestias a los vecinos y a los pocos comercios que hay en el vial (uno de ellos, un taller de mecánica, se ha visto obligado a cerrar por las obras).
El compromiso del ejecutivo local fue trasladar a la concesionaria la necesidad de agilizar la actuación con la previsión de tenerla lista antes de navidades.
El reclamo unánime de los asistentes a este encuentro fue que se aceleraran las obras lo máximo posible para evitar más molestias a los vecinos y a los pocos comercios que hay en el vial
Y es que la mercantil, la misma que está ejecutando las obras del Hort de Rastoll y del polideportivo de Los Palmerales, todavía tiene por delante más de la mitad de los trabajos previstos. En este sentido, los vecinos lamentan la escasa presencia de los operarios desde que en verano arrancaron los trabajos del corredor verde, una vez que acabaron las obras de Aigües d’Elx.
El Ayuntamiento lo achaca a coincidir el inicio de la actuación con agosto, mes complicado por las vacaciones y por la ola de calor que hizo reducir los horarios. Ahora, tras finalizar la remodelación de las instalaciones deportivas y con la creación del espacio verde de la avenida de Candalix en su recta final, el ejecutivo local confía en que pueda agilizarse la creación de la plataforma única en Olegario Domarco Seller.
También se comprometió el equipo de gobierno a desarrollar las obras por tramos en lugar de tener todas las aceras levantadas a la vez, lo que está generando problemas a los vecinos, sobre todo a la gente mayor, para acceder a sus viviendas.
Más allá de las preocupaciones que está generando la obra en el barrio, los residentes que se reunieron con el alcalde demandaron más alternativas para aparcar lo más cerca posible de sus viviendas y otras mejoras para tratar de revitalizar Carrús. Un barrio, donde sus vecinos trasladaron al primer edil la falta de civismo y problemas de okupación de viviendas.
