Familias piden al Ayuntamiento de Crevillent un techo tras tener que desalojar sus casas

Los afectados aseguran que el realojo municipal en un hotel y un camping finalizó el pasado viernes

Parte de los afectados, esta mañana esperando una respuesta a las puertas del Ayuntamiento de Crevillent

Parte de los afectados, esta mañana esperando una respuesta a las puertas del Ayuntamiento de Crevillent / Información

Preocupación, inquietud, miedo. Esto es lo que sienten unas, aseguran los afectados, 17 familias asentadas en Crevillent que hace apenas dos semanas tuvieron que abandonar el edificio que habitaban por problemas de seguridad en el mismo. Un problema en los pilares del local en los bajos obligaba a desalojar a estos vecinos, de origen marroquí en su mayoría y entre los cuales se encuentran unos 15 menores, que este lunes por la mañana se han concentrado a las puertas del Ayuntamiento para saber qué será de ellos puesto que, afirman, ya no tienen un lugar donde pernoctar.

Después de dos semanas reubicados en un camping y en un hotel, el pasado viernes tuvieron que buscar acomodo en viviendas de familiares y amigos. Sin embargo, en la mayoría de los casos han podido pasar el fin de semana, pero, insisten, no más días, de ahí que hoy se hayan dirigido a la Casa Consistorial para solicitar una alternativa habitacional, para saber qué va a ser de ellos. Este diario está a la espera de recoger una respuesta del equipo de gobierno sobre este problema y también a raíz de esa concentración de una veintena de afectados preocupados por su futuro.

El problema trascendió el pasado 17 de marzo. Según entonces fuentes municipales nueve familias que se encontraban en el Paseo Arbrets desalojaron sus viviendas por fallos estructurales en sus pisos. De las 12 viviendas que comprenden el bloque, tres estaban deshabitadas mientras que se notificó por auto judicial la necesidad de desalojo en el resto de pisos donde viven 32 personas (22 adultos y 10 niños). Tal y como apuntaron desde el equipo de gobierno, el jueves 16 de marzo se logró realojar a una treintena de moradores de siete viviendas porque los de las otras dos se fueron con familiares.