Dos décadas de inclusión en los escenarios

«Veinte años sobre los escenarios es justamente eso: rostros felices, emociones intensas, amistad y compañerismo, grandeza, valentía y afán de superación». Este es el resumen que hace la asociación ilicitana ARTES, Cultura y Ocio de lo que han dado de si cuatro lustros de andadura dando la oportunidad a personas con discapacidad de formarse en las artes escénicas.

Este sábado, con la emoción a flor de piel, sus componentes seguramente vivieron uno de los días más emotivos en mucho tiempo ya que tuvieron el reto de ofrecer un espectáculo especial. Hicieron un viaje en el tiempo por algunos de los numerosos montajes míticos de danza y teatro del colectivo.

Éxito

El éxito del estreno fue notorio ya que consiguieron llenar el aforo de 150 personas en l’Escorxador en una representación en la que participaron una treintena de integrantes de la asociación. Precisamente en este mismo espacio cultural, pero en la sala Lanart, hay expuesta hasta el 17 de diciembre una muestra con tomas del fotógrafo Matías Segarra que repasan la historia de esta entidad que surgió por un grupo de profesionales que tenían muy claro que hacía falta dar un paso hacia la inclusión. «Los proyectos que hacemos repercuten a nivel de crecimiento personal, de interacción social», explican algunos de los profesores a INFORMACIÓN. Al unísono confirman que estar todo el año detrás de ensayos y de hacer «un esfuerzo muy grande» merece la pena, «te llevas mucha recompensa porque ves el resultado, por eso llevamos 20 años».

Matrículas

Mari Ángeles Jaén, directora de la escuela y profesora de artes plásticas y del grupo de teatro, cuenta que en septiembre cerraron 90 matrículas y que hay listas de espera para entrar porque las actuales instalaciones, un local cedido por la fundación Juan Perán, se les han quedado pequeñas. Aún y así, explican que el Ayuntamiento se ha comprometido a ofrecer unas dependencias para seguir creciendo.

Mucho más que danza y teatro en Elche

Visibilizar

«Son miles y miles de personas las que han podido vernos y ayudarnos a visibilizar lo que pueden aportar las personas con discapacidad a las artes escénicas, el futuro es bueno», sostiene la responsable, que además se congratula de haber sido miembro fundador de un colectivo único. Preguntada sobre qué le ha aportado este tiempo es tajante: «Me ha permitido trabajar con libertad absoluta y compartir con un equipo profesional que es como familia. A nivel personal me ha permitido tener una vida maravillosa luchando por personas tan maravillosas como nuestros alumnos para compartir una vida de espectáculos». Ahora a por otros veinte más.