Un concierto para recordar

Espectacular conclusión de la temporada de abono de la Sinfónica Ciudad de Elche

Músicos de la OSCE, en el Gran Teatro de Elche

Músicos de la OSCE, en el Gran Teatro de Elche / INFORMACiÓN

Antoni Jakubowski

Antoni Jakubowski

Dos obras emblemáticas han sido presentadas por la Orquesta Sinfónica Ciudad de Elche durante la última velada de la temporada de abono 2023/24, el pasado sábado, día 18 de mayo, en el Gran Teatro de Elche. En la primera parte del concierto el solista de violonchelo David Apellániz y el Maestro Mihnea Ignat, unieron fuerzas para dar vida al Concierto para violonchelo y orquesta de Antonin Dvorák, una auténtica piedra angular del repertorio para violonchelo y orquesta. La inmensa gama de matices y colores, cómo también la intensidad emocional del concierto encontraron en el chelista español David Apellániz un fabuloso intérprete. Apellániz pertenece a esa categoría de artistas, que mezcla a partes iguales en sus interpretaciones la musicalidad y el virtuosismo. Su calidad se evidenció en una muy buena preparación técnica, fraseo impecable, una rica paleta de colores y un sonido robusto en todas las cuerdas. Durante toda la obra el solista mostró una seguridad pasmosa y una gran facilidad para vencer todas las dificultades técnicas de la obra. Apoyado en un instrumento de muy buena calidad sonora, demostró la capacidad para ir más allá de las notas, otorgando a su interpretación el significado en el que la música se integra a la perfección.

La orquesta, liderada por el maestro Mihnea Ignat fue el colaborador perfecto para así redondear una versión exquisita. En resumen, una actuación que hizo justicia a las expectativas del público, tal y cómo se reflejó en la merecida ovación. Apellániz agradeció los aplausos con una fabulosa propina: el “Preludio Fantasía” de la Suite de G. Cassadó.

En la segunda parte, la OSCE bajo la dirección de Mihnea Ignat, interpretó brillantemente “Scheherazade” - una magnífica suite sinfónica compuesta por Nikolai Rimski - Kórsakov, cuyo programa está basado en los cuentos árabes de Las mil y una noches. Los cuatro movimientos de la obra son la imagen sonora de cuatro cuentos contados precisamente por Scheherazade, la esposa del sultán Shahriar, tal y como la imaginó el compositor ruso.

Ensayo de la OSCE

Ensayo de la OSCE / INFORMACiÓN

No cabe duda de que Scheherazade es una obra para el lucimiento de la orquesta, pero en esta excelente labor artística hay que destacar la dirección del Maestro Mihnea Ignat, que mostró su gran personalidad artística, su calidad y su inspiración, dando vida a una interpretación noble y que supo trasladar al público la esencia de esta sublime partitura.

La Sinfónica de Elche impresionó por su maravillosa presentación del contenido musical de esta gran obra que fue un escaparate para prácticamente todos los músicos de la OSCE para mostrar sus cualidades cómo solistas. La concertino Margherita Marseglia, que desempeñó el papel de la misma Scheherazade mediante los pasajes de violín solo, brilló con un sonido cálido y airoso, acompañada por el arpa. Cada aparición del tema, más allá de excelente, fue una interpretación muy conmovedora. De la misma manera, los pasajes solistas tanto del violonchelo como de todos los vientos, así como las aportaciones de la percusión, denotaron un nivel altísimo. No cabe duda de que Scheherazade es una obra para el lucimiento de la orquesta, pero en esta excelente labor artística hay que destacar la dirección del Maestro Mihnea Ignat, que mostró su gran personalidad artística, su calidad y su inspiración, dando vida a una interpretación noble y que supo trasladar al público la esencia de esta sublime partitura. Su liderazgo no aseguró solamente la precisión técnica, sino que también infundió a la orquesta energía y pasión.

Esta perfecta conjunción entre solista, director y orquesta por un lado y un programa muy acertado por otro lado, se saldaron al final del concierto, con una gran ovación en pie, totalmente merecida.