OPINIÓN

El centenario de la revista "Crevillente, Fiestas de Semana Santa"

El investigador Salvador Puig Fuentes, expresidente del extinto Patronato cofrade, homenajea a los creadores y colaboradores de la publicación pasional, cuyo primer número vio la luz en 1925

Presentación de la última revista "Crevillente Semana Santa" antes de las celebraciones de este año

Presentación de la última revista "Crevillente Semana Santa" antes de las celebraciones de este año / INFORMACIÓN

SALVADOR PUIG FUENTES

El próximo año 2025, como quien dice a la vuelta de la esquina, nuestra revista "Crevillente, Fiestas de Semana Santa" cumplirá cien años. Sin duda, debemos celebrar dicha efeméride con la brillantez que requiere. Hay muy pocas revistas de estas características a nivel nacional. Pienso que urge ya constituir una comisión que, con las directrices de la Federacion de Cofradías, patrocinio del Ayuntamiento y colaboración de entidades representativas, se ponga a trabajar con la mayor ilusión y empeño.

El reto es fascinante y lo merece. Quisiera, en este modesto artículo, rendir homenaje una vez más a todos los colaboradores de las sucesivas ediciones de nuestra revista. Digo "nuestra" como patrimonio que es de todos los crevillentinos. Pero a la hora de este reconocimiento, debo resaltar el nombre de aquellos dos hombres que, el uno sin el otro, no hubiera sido posible transmitir este legado cultural de incalculable valor, fuente histórica de obligado estudio para el conocimiento de Crevillent en el siglo XX.

Portada y contraportada de la última revista editada por la Semana Santa de Crevillent

Portada y contraportada de la última revista editada por la Semana Santa de Crevillent / INFORMACIÓN

Los impulsores

De don Anselmo Mas Espinosa, pocos elogios puedo añadir a los ya conocidos. Mientras vivió colaboró todos los años en la revista de forma especial. Recuerdo aquellas charlas confidenciales que tuve con él en 1974 y 1975. En este último tocaba celebrar las bodas de oro de nuestra revista, y yo, como presidente del entonces Patronato de Semana Santa, le escuchaba atentamente.

En enero de 1925, al joven D. Anselmo le sobraba tanta ilusión como dinero le faltaba. Él y su amigo don Manuel Mas Galvañ, pactaron las condiciones para poder publicar la primera revista. Don Anselmo pondría el trabajo y don Manuel el dinero necesario para cubrir el déficit que generaría la edición, avalando con sus bienes. Invirtió en cultura por amor a su pueblo. Este rasgo, casi heróico en aquel tiempo, no ha sido valorado todavía como se merece.

Según lo acordado, D. Anselmo apechugaría con la ingente tarea de buscar anunciantes, colaboradores, firmas de prestigio, dibujos, fotos, escribir por su cuenta varios y extensos artículos de interés histórico, maquetar y supervisar la impresión en los talleres de La Verdad en Murcia, ciudad donde pasó varios días.

Una tarde de diciembre del año 1974, Antonio Guilabert, Gaspar Lledó y un servidor, acudimos al domicilio de D. Manuel Mas. Nos atendió con una amabilidad exquisita. A medida que cambiábamos impresiones se tornaba más jovial. No podía disimular la satisfacción que le proporcionaba nuestra visita. Su esposa, doña Mª Dolores de Leyva, presente en la conversación, escuchaba detalles como si fuera la primera vez.

Portada de la primera revista "Crevillente. Fiestas de Semana Santa", de 1925

Portada de la primera revista "Crevillente. Fiestas de Semana Santa", de 1925 / INFORMACIÓN

Fallecimiento

Quedamos en volver otra tarde con un magnetofón para grabar las confidencias de aquel 1925. Su muerte, acaecida a los pocos días en accidente, nos privó de una grabación que hubiera sido de indudable interés histórico. Con estas líneas he procurado relatar sucintamente unos hechos, para ensalzar el perfil humano de estos dos personajes que marcaron un hito en el devenir histórico de nuestra Semana Santa. Tenían la misma edad y buena formación cristiana.

Consecuentes con sus principios ocuparon puestos relevantes en instituciones de inspiración católica. Los dos pertenecieron al Consejo de la Caja de Ahorros y Socorros y Monte de Piedad de Crevillente, según consta en acta de 30-12-1932, y en el de Cooperativa Eléctrica San Francisco de Asís, fundada en 1925 (la otra gran efeméride que Crevillent celebrará al tiempo que la revista).

Años después, avatares de la vida, se distanciaron ostensiblemente. Ya en 1981, olvidando rencillas, don Anselmo publicó un bonito artículo en la revista con el título "Del ayer crevillentino". Lo dedica a la viuda e hijo de su "entrañable amigo Manolo Mas Galvañ". Cada vez que leo esta dedicatoria me emociono. Refleja lo que años antes me contaron. Entresaco parte de un párrafo: "He aquí dos jóvenes, inexpertos, pero sin otros canales, ni medios de fortuna, que un triste sueldo de oficinista, echaron sobre sus hombros una empresa titánica".

Continuidad

El segundo número de la revista, aparecido diez años más tarde, en su editorial, "Resurgir", Joaquín Galiano califica de "portento" la publicada con el número uno. "Si Manolo fue el autor material de la revista, Anselmo fue el creador de sus páginas, el que dio unidad y contenido literario y artístico. A los dos precursores nuestro aplauso". "Aquella primera -continuaría diciendo-, fue un prodigio de belleza y alarde técnico". Por mi parte debo añadir que, incluso las fotos insertadas en sus páginas son dignas de encomio. Hay una que cada vez que la veo me produce un impacto estremecedor: la colocada con el artículo dedicado al Cristo de la Caída. El autor, anónimo, consiguió una instantánea de realismo sobrecogedor un Viernes Santo en el Calvario. El Nazareno, rodilla en tierra, rostro ensangrentado, mira con amarga ternura a cuatro mujeres y dos niños que pasan por delante. Las vestimentas de estas personas, dispersas, sin agrupar, delatan las diferencias de clases.

Me pregunto a menudo si los amantes de la cultura histórica de Crevillent hemos sabido transmitir a las autoridades locales y provinciales los extraordinarios méritos que atesoran los cien años de nuestra revista. Su lema: "Historia-Fiestas-Industrias", impreso en el "prólogo", cobra actualidad. Espero como crevillentino que no siga vigente la frase que Joaquín Galiano anotó en la revista del año 1935 al enjuiciar el primer número: "No se ha hecho justicia al mérito de aquel trabajo sin precedentes en nuestra historia cultural".