Elche invertirá 120.000 euros para resolver de forma provisional las inundaciones en la carretera de Santa Pola

Fue una de sus primeras visitas siendo alcalde de Elche y anunciando la puesta en marcha de soluciones, y eso que las inundaciones que se repiten de forma cíclica no eran un problema de su competencia. Y este martes Pablo Ruz ha vuelto a la zona de la carretera de Santa Pola que se inunda cada vez que llueve, en las inmediaciones de la Venta Durá, para mostrar a los periodistas los trabajos que ya se han iniciado y que tendrán una duración de seis semanas y que se acometen con fondos municipales (120.000 euros). Lo que se va a hacer es una canalización que beneficiará a Riegos de Levante y un murete de contención en la propia carretera, parches pero no soluciones, pero también iniciativa municipal frente a la pasividad de Gobierno, Confederación Hidrográfica e, incluso, Generalitat porque es la propietaria de la carretera.

El regidor ha resaltado que lo que se hace es una solución por ahora, pero que se anuncia de largo recorrido habida cuenta que en los próximos años no se prevén actuaciones más que el desdoblamiento de la carretera, que se acomete por la Generalitat, y que podría encontrar aquí una trampa para completar el proyecto. El problema de las inundaciones es muy complejo y tiene que acometerse por otra administración, por el Gobierno central, que fue quien construyó la Ronda Sur y realizó el encauzamiento de las aguas pluviales a través del barranco de San Antón. Estas se van acumulando desde la Ronda Sur hacia el este y "saltan" la carretera, que es el primer obstáculo que se encuentran, y terminan embalsándose. Ahí comienza el problema que hace que, por ejemplo, los propietarios de la citada venta coloquen cada vez que se nubla unos portones de medio metro en su negocio para evitar que al agua rebose y lo inunde todo después de años de quejarse sin resultado.

¿En qué consistirá la actuación? Según han explicado tanto el regidor como el edil de Servicios y Espacios Públicos, José Claudio Guilabert, y el de Agricultura, Juan de Dios Navarro, se prevé que las primeras aguas de escorrentía que llegan cuando llueven sigan su curso por el camino viejo de Elche-Santa Pola. Para ello, se va a construir una conducción que dirigirá las aguas a un segundo canal, que es de Riegos de Levante. El canal actual se mantendrá, pero al haber dos se duplicará la capacidad de los aliviaderos. “Se va a llevar a cabo acometida de tuberías de imbornales para que el agua se canalice a través de trampillas hacia el sur del Camp d’Elx a través del ramal de acequias, además de la construcción de un muro de contención para canalizar el agua del barranco de San Antón”, explicó Ruz.

Canal de desviación

Con este sistema se va a ampliar la capacidad de la infraestructura existente. Ahora se reconducirá para que se vierta en el canal de desviación que hay cerca, lo cual esperan que sirva para intentar reutilizar el agua para riego. Según el alcalde, que insistió en ello, “esta es una intervención momentánea, pero que va a dar solución a un problema gravísimo de inundaciones en la carretera por el vertido de aguas del barranco de Santa Antón. El Ayuntamiento actúa con fondos municipales, sin la ayuda del Ministerio, para evitar daños mayores”.

Solución

¿Cuál es la solución definitiva? Según el regidor, pasa por la construcción de un tanque de tormentas que pueda drenar el vertido en la zona del barranco de San Antón. “Nosotros no podemos esperar a la actuación del Ministerio para realizar la actuación definitiva y ya nos hemos puesto en marcha con esta solución provisional y a corto plazo que esperamos sea útil y eficaz”. Los trabajos deben finalizar a finales de julio y se espera que en otoño, que es cuando se producen lluvias torrenciales, de haberlas, pueda comprobarse si la solución provisional puesta en marcha sirve de algo. Ruz recordó que en cualquier caso esta es una situación que “ha generado gran preocupación entre los vecinos de Atzavares Alto y Bajo y en negocios de la zona”.