Uno de los motores históricos de la economía de la villa de Sax, la tradicional industria de la persiana y la cortina, ha recibido por fin un merecido homenaje de todo el pueblo a través de su Ayuntamiento. Una distinción que se ha hecho esperar demasiado tiempo pese a lo peculiar de un sector que lleva décadas generando empleo y riqueza, creando espacios para el arte y la cultura, y dando a conocer el nombre de Sax por toda España y, en fechas más recientes, también por el extranjero.

El homenaje ha sido monumental porque se ha escogido precisamente un monumento para dejar constancia del agradecimiento de los sajeños a la persiana y la cortina. Con tal fin se ha instalado una escultura alegórica en la rotonda situada en el principal acceso a la localidad desde la autovía de Alicante-Madrid. La obra fue encargada personalmente por la alcaldesa Ana Barceló a Miguel Santamaría Fustel, un reputado artista de Ibi autor, entre otras obras, del monumento a Don Juan Bosco que adorna una bonita rotonda de la localidad juguetera.

En el caso de Sax la actuación todavía no está acabada. La escultura está plantada pero faltan detalles. Entre ellos el cerco exterior, la urbanización completa de la avenida Jaime I y el rótulo "Sax a la persiana", que plasma con rotunda sencillez el espíritu de una actuación que, para la alcaldesa y para el edil Alberto Senabre "hace justicia a una potente industria que identifica a Sax por todo el mundo".

El monumento es de hierro con tratamiento al óxido, pesa cuatro toneladas y mide seis metros de alto por casi cuatro y medio de ancho. Su ejecución técnica ha sido sencilla pero su manejo en el taller ha resultado complejo por sus dimensiones. Sin embargo, al artista le ha bastado un mes para elaborar el diseño y materializar la idea. Incluso el montaje en la rotonda ha sido más fácil y rápido de lo previsto. Ha sido suficiente un día para que la monumental persiana garantice una buena sombra a toda la villa de Sax.