Con unos presupuestos que sitúan el techo de gasto en 36 millones para 2013 y sin margen para previsiones de ingresos que puedan desfasar unas cuentas que están sujetas al plan de ajuste impuesto por el Gobierno central, el Ayuntamiento ha hilado muy fino este año a la hora de cuadrar sus previsiones de ingresos, que se han ajustado al máximo para evitar sorpresas. Así, en lo que respecta al capítulo de ingresos por impuestos directos, se ha rebajado un 47,5%, en 95.000 euros, ante la caída de las licencias de construcción en un escenario que no se prevé que mejore a lo largo de 2013. Igualmente, y a la vista de la recaudación obtenida en 2012, se han rebajado las previsiones en lo que respecta a tasas y otros ingresos en 136.000 euros, fundamentalmente por la reducción de multas habida en 2012. "Nos hemos ceñido a la más absoluta realidad, de acuerdo a la coyuntura y para evitar desfases", apuntó Romero.

Por contra, se recibirán 400.000 euros adicionales con respecto a 2012 en transferencias del Estado por la participación en los tributos, un total de 11,6 millones. "Y el hecho de que se nos haya flexibilizado el pago de lo que tenemos que devolver de 2008 y 2009 está siendo también un alivio", añadió la edil.