Petrer celebró ayer el día de su patrona, la Virgen del Remedio con un intenso programa de actos. Protagonistas de la jornada fueron los «gegants» y «nanos» que aparecieron en cualquier rincón de la ciudad, animando las fiestas, tanto en el centro histórico como en los barrios de la zona baja que en estos días cuentan con apretados programas de actos coincidiendo con las fiestas patronales de la localidad.

Día festivo en Petrer, el 7 de octubre se inició en gran parte de los barrios con chocolatadas o almuerzos de cocas. Es una jornada de convivencia vecinal mientras se espera que a las siete y media comience la procesión en la parte más antigua. Los actos se reanudarán en la mayoría de los barrios el día de la festividad de la Comunidad Valenciana, al igual que en el programa de actos que el Ayuntamiento organiza. Para hoy sólo se ha programado una barraca popular en el parque del 9 de Octubre.

Gegants y nanos

Los cuatro «gegants» son los protagonistas de uno de los actos más populares de las fiestas. Pasada la una del mediodía de ayer, invitaron a los más pequeños a participar en las danzas tradicionales, al son de las dulzainas y tabaleters.

El baile más esperado es el de los gigantes que concluyó dando vueltas sobre sí mismos en el centro de la plaza de Baix y rodeados de niños. El presidente de la asociación cultural Gent de Nanos, que se encarga desde el pasado año de los gigantes y cabezudos de Petrer, Pedro José Sánchez y su secretario Juan Manuel Rico se sorprendieron del numeroso público que compartió con ellos las danzas. Sánchez señaló que «había más vecinos que el año anterior».

Después de los bailes, las autoridades locales, encabezadas por el alcalde de Petrer, Pascual Díaz, iniciaron un pasacalles desde la Plaza de Baix hasta los jardines de la Explanada donde escucharon la atronadora «mascletà».

Procesión

La multitudinaria procesión puso ayer el broche de oro a la festividad de la Virgen del Remedio, cuya imagen recorrió las calles del centro histórico desde la iglesia de San Bartolomé. Le precedieron en su trayecto el alumbrado, dos de los «gegants» y los diez «nanos».

Alrededor de las ocho de la tarde, la talla salió al pórtico del templo, envuelta en olor a lavanda. El veterano párroco de San Bartolomé, Antonio Rocamora, se colocó frente a la imagen antes de que emprendiese la marcha por la zona alta de Petrer. Con su carroza recién restaurada, al igual que la peana, flanqueada por los mayordomos y custodiada por la camareras y las autoridades civiles y eclesiásticas la patrona recibió el fervor de miles de vecinos que la arroparon a su paso.

El repique de las campanas de la iglesia de San Bartolomé, horas más tarde, anunció la llegada de la Virgen del Remedio a la plaza de Baix,y su posterior entrada al templo bajo los acordes del himno nacional, dando por concluida la procesión.

La talla se encontró hace casi 400 años

Petrer celebró ayer 7 de octubre que hace 383 años que se encontró la imagen de la Virgen del Remedio, escondida en una pared de la calle «La Verge», después de doscientos años desaparecida para que no la encontrasen los moriscos, según cuentan las crónicas de la ciudad. Desde esa fecha se celebra el día de la patrona, aunque en el calendario de la Iglesia Católica es la festividad de Nuestra Señora del Rosario. La cofradía de la Virgen del Remedio vistió a la imagen de gala con el manto labrado de oro y marfil, que donó Tomás Valcárcel a la población en 1954. En su parte trasera se ve reflejada la aparición de la talla y a los dos franciscanos que la encontraron en la casa de la calle de la Virgen.