Las ocupaciones ilegales de viviendas se han disparado durante los últimos meses en Elda y algunas bandas de delincuentes lo han convertido en un provechoso negocio. Las zonas más afectadas son los barrios Nueva Fraternidad y Almafrá. En la mayor parte de los casos los pisos llevan años cerrados y la propiedad pertenece a bancos, cajas o a diferentes estamentos de la propia Administración pública.
El modo de actuar de los clanes que se dedican a está práctica delictiva está muy bien planificado. . A continuación violentan la cerradura y realizan enganches ilegales de electricidad y agua porque, en la mayoría de los casos, los suministros están dados de baja. Habitan en ellas unos meses y suelen introducir a familias con niños de corta edad para buscar el amparo de la ley hacia los menores. Una vez «allanado el terreno» llega el momento de ofrecer la vivienda a cambio de una cantidad de dinero fija a modo de «compra». La Policía es conocedora de los hechos y los investiga, pero actuar contra esas organizaciones es muy difícil porque impera la «ley del silencio».
Además, en estos casos, debido al derecho constitucional a disfrutar de una vivienda digna, la única acción policial inmediata se reduce a imponer una multa.
Una vez conocido el problema los propietarios, ya sean particulares o entidades bancarias, denuncian a los «okupas» en el juzgado. Se inicia, entonces, un largo y lento procedimiento legal de desahucio que puede prolongarse años. Y mientras tanto los pisos siguen ocupados sin que sus dueños perciban renta alguna. Es más, en la mayoría de los casos los inmuebles suelen acabar destrozados. El vandalismo y el expolio también es habitual en los días previos al desalojo forzoso, que siempre debe ser ordenado por un juez.
Familias necesitadas
Precisamente, las ocupaciones ilegales van a impedir a la Conselleria de Vivienda iniciar, en Elda, la reparación de varios pisos del parque público de la Generalitat para poder adjudicarlos a familias en régimen de alquiler social que realmente los necesitan.
La próxima semana técnicos de la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat (ahora EIGE y antes IVVSA) tenían previsto visitar doce pisos de Elda que están vacíos. Querían valorar las actuaciones a ejecutar para su rehabilitación. Sin embargo, en las últimas inspecciones llevadas a cabo se detectó que nueve de estas viviendas habían sido ya ocupadas ilegalmente, mientras que las tres restantes están libres debido a su lamentable estado.