Vendedores ambulantes del mercadillo reclaman que se regule su actividad

Los comerciantes de los mercadillos de los martes y los sábados del barrio Virgen de la Cabeza, en los alrededores del Mercado Central de Elda, han dicho «hasta aquí». No pueden más con la situación de alegalidad y de inseguridad que se vive.

Los que abonan con regularidad la tasa municipal por la ocupación de vía pública piden que se atajen los impagos y que se establezca una ordenanza que regule una situación que genera, no sólo competencia desleal sino también un foco de problemas. En algunos casos se ha llegado a las manos por un espacio. Por ello, aseguran que se trata de «la ley del más fuerte».

Los vendedores ambulantes han alzado la voz y han puesto encima de la mesa muchos de los problemas que aquejan al mercadillo y que no hay forma de ponerles coto. Algunos de ellos han alertado a las autoridades locales que son muchos los que ocupan huecos sin licencia, que se realquilan espacios y que se venden productos robados, sin ningún tipo de garantía así como alimentos sin seguridad.

A los que cada martes y sábados acuden a Elda ven con decepción como a la hora de montar un puesto no se reclaman las autorizaciones pertinentes como el recibo de autónomos así como los documentos que acreditan que su situación laboral es totalmente legal. Uno de ellos relata que «nosotros vamos a muchos mercadillos y en todos ellos, a la hora de colocar el puesto piden los recibos para estar en regla con los pagos y en Elda, no sucede así. A veces llegas un poco tarde y te encuentras que tu espacio está ocupado».

Reconocen que desde la concejalía de Comercio se les ha anunciado que la reglamentación que ordenará este desbarajuste está redactándose y se sacará a subasta los puestos vacantes. Pero ya no se fían de que así sea, después de años de promesas.

El concejal de Comercio, Vicente Deltell, anunció hace dos meses que se va a iniciar una línea de negociación con Suma con el fin diseñar un plan financiero para los vendedores ambulantes deudores. Es una situación compleja y difícil de atajar.

La deuda supera con creces los 500.000 euros y ya empezó a abultar en los años del gobierno de la popular Adela Pedrosa. Así mientras la normativa se retrasa, la deuda se incrementa. Cada puesto paga al mes una media de 50 euros, tasa que va determinada dependiendo de los metros que ocupen.

Asimismo admiten que en las últimas semanas se ha contado con una mayor protección policial en la calles del barrio de Virgen de la Cabeza. Sin embargo apuntan que «esto no es la solución a todos los problemas aunque se frenan los hurtos».

Los datos estadísticos del mercadillo detallan un fuerte descenso en los puestos. Los últimos números con los que se cuentan cifran el punto cumbre de vendedores ambulantes en 2008 cuando se llegaron a registrar 535. En sólo cuatro años, en 2012, el descenso se valoró en un 18 por ciento con 435 de comerciantes. Las cifras han seguido a la baja, llegando en 2017 a contabilizarse cerca de 280 puestos.