Un nuevo accidente de tráfico en la autovía A-31 a su paso por el Alto y Medio Vinalopó ha vuelto a colapsar la principal vía de enlace por carretera entre Madrid y Alicante y entre el interior y la costa de la provincia. Cientos de conductores han vuelto a quedarse bloqueados con las consiguientes pérdidas económicas, laborales, ambientales y de oportunidades debido a incomparecencias, retrasos e incumplimientos de todo tipo. Se trata de un problema que ya se ha cronificado a pesar de los múltiples intentos de los ayuntamientos de ambas comarcas por obtener inversiones del Gobierno central para subsanar una situación que comienza a ser insostenible. Juntos, por separado e incluso montando plataformas llevan más de veinte años pidiendo al Ministerio de Fomento que destine fondos para acondicionar la A-31 en la provincia. Reclaman una mejora integral de la seguridad vial y la instalación del tercer carril en los tramos más peligrosos y con mayor pendiente. Concretamente en el Portichol de Monforte, en el Guirney y el Reventón de Petrer y entre Sax y Villena, cuatro de los puntos donde más accidentes se concentran.
Largas colas en la autovía A-31 en dirección Madrid-Alicante por un accidente de tráfico
Cuatro horas permaneció cortado, desde la hora punta de las ocho de la mañana del martes, uno de los dos carriles de la autovía a la altura de Monforte del Cid. Una situación que ocasionó colas de hasta cuatro kilómetros que llegaron a alcanzar a la vecina localidad de Novelda. Un camión que circulaba en dirección Madrid-Alicante colisionó por alcance, en el punto kilométrico 218, con otro que transportaba balas de paja. A consecuencia del impacto uno de los conductores, de 65 años de edad, quedó atrapado en la cabina. Los bomberos del Parque de Elda lo excarcelaron con heridas abiertas por aplastamiento de pie y fue trasladado al Hospital de Elche tras ser estabilizado por el equipo del SAMU.
La Guardia Civil de Tráfico acudió al lugar del siniestro y se encargó de regular la circulación hasta que una grúa retiró los camiones siniestrados. Eran las doce del mediodía cuando se restablecía la circulación en los dos carriles pero poco antes de las tres de la tarde se registraba otro percance. Un turismo se incendió en la conexión de la A-31 por la Loma Badá de Elda generando más colas y retrasos.
A pesar de ser la segunda más saturada de la provincia y la primera en siniestralidad, la autovía de Madrid parece no existir para el Gobierno. Los últimos datos del Ministerio de Fomento sitúan en 60.000 vehículos la intensidad medida diaria en el tramo de Villena-Monforte del Cid. Y de todos ellos 8.000 son vehículos pesados.
En materia de densidad circulatoria a la A-31 sólo le supera la autovía del Mediterráneo, la A-7, pero únicamente en puntos muy concretos del trayecto que une Alicante con Murcia. Muy atrás quedan, en intensidad media diaria, la autovía del interior que acerca las provincias de Alicante con Valencia a través de Alcoy, y el ramal de la CV-80 entre Sax y Castalla.
La autovía de Alicante-Madrid registra al año una media superior a los 53 accidentes de tráfico con víctimas en el tramo de 73 kilómetros de Villena-Alicante. En los años previos a la pandemia los bomberos solían realizar tres intervenciones al mes para rescatar a heridos atrapados en sus vehículos tras colisiones o salidas de vía. El número de víctimas mortales oscila al año entre 4 y 6. Un balance negro en una autovía que, sólo a su paso por el Vinalopó, presenta cinco puntos muy peligrosos por su sinuoso trazado. Y en caso de lluvia el riesgo se multiplica por diez. Cabe recordar que la A-31 se construyó hace más de 30 años y en muchos tramos sigue el viejo trazado desdoblado de la N-330.
Sensibilizado con este problema el Ayuntamiento de Elda presentó en febrero de 2021 una manifestación de interés al programa «Next Generation EU». De este modo espera obtener fondos de la Unión Europea para mejorar la seguridad de la A-31 tras décadas de abandono. Pero Bruselas, de momento, no se ha pronunciado.