Elda sigue dando pasos para convertirse en una Smart City: una ciudad inteligente en la que se aplican las modernas tecnologías de la información y de la comunicación para mejorar la habitabilidad y la calidad de vida de sus ciudadanos, emplear eficazmente los recursos disponibles, activar la participación ciudadana y avanzar hacia un desarrollo urbano sostenible. Con tal fin, el Ayuntamiento instalará próximamente, en diversos espacios públicos, sensores permanentes para medir la calidad del aire y detectar la presencia de agentes contaminantes que puedan suponer un riesgo para la salud.
En concreto se van a colocar en varias plazas del centro urbano dispositivos IoT para monitorizar el estado de la calidad del aire, incluyendo la medición de los niveles de gases nocivos y de efecto invernadero, las partículas en suspensión como el polen y el polvo, los factores meteorológicos como la velocidad, dirección del viento e intensidad, y acumulación de lluvia así como parámetros ambientales, tales como la contaminación acústica y la afluencia de personas mediante tecnología Wi-Fi y Bluetooth-BLE.
Estos dispositivos ofrecen datos ambientales contextuales de la ciudad en tiempo real conservando el registro histórico, enriquecidos con algoritmos de Inteligencia Artificial y Machine Learning, y calibrados en un laboratorio certificado. Además, los IoT de monitoreo disponen de su correspondiente certificado, que acredita más del 90% de precisión de los datos ofrecidos. Estos indicadores son representados mediante herramientas de análisis y visualización -cuadros de mandos- que asisten a las ciudades en la toma de decisiones basadas en evidencias. De este modo se contribuye a mejorar la calidad de vida en las ciudades, la mitigación del cambio climático y la disposición de indicadores de calidad del aire para crear entornos urbanos más inteligentes y sostenibles.
El concejal de Modernización de Elda, Jesús Sellés, ha explicado que «son varias las líneas de trabajo existentes centradas en la necesidad de conocer, en tiempo real, los valores de calidad del aire y los niveles de ruido para detectar los focos de contaminación y poder tomar decisiones basadas en datos». Sellés ha destacado que «la clave es la monitorización de los niveles de gases, contaminación por partículas y contaminación acústica basados en dispositivos permanentes. Es esencial disponer de esta información al instante, que se puede conocer mediante gráficas y estadísticas donde se pueden comparar los valores en series temporales, conociendo así la variedad y periodicidad de los picos nocivos».
El Pacto Verde Europeo es una hoja de ruta diseñada para dotar a la UE de una economía sostenible desde el reto que supone el Cambio Climático. Se invertirán 100.000 millones entre 2021 y 2027 para llevar a cabo acciones para eliminar la contaminación. Entre ellas para ayudar a las autoridades locales a lograr un aire más limpio en las ciudades. Para ello es necesario conocer la situación de partida para identificar los focos contaminantes y poder actuar sobre ellos. Los municipios que cuenten con sistemas de detección partirán con ventaja frente a los que no hayan iniciado programas de mejora de la calidad del aire basadas en las nuevas tecnologías. En ese ámbito, Elda será un municipio puntero y sigue dando pasos para convertirse en una Smart City.
