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El Ayuntamiento de Elda rechaza patrocinar un documental sobre la represión franquista en la ciudad

El edil socialista de Memoria Histórica aduce que el cartel insta al “frentismo” y promueve “el espíritu guerracivilista” - Los autores denuncian censura y abren un crowdfunding para costear el rodaje

El cartel del documental sobre la represión franquista en Elda que ha generado la polémica. Isabel Ginés y Carlos Gonga

La concejalía de Patrimonio y Memoria Histórica de Elda, que dirige el socialista Amado Navalón, ha rechazado patrocinar un documental sobre la represión franquista sufrida por la ciudad tras la Guerra Civil aduciendo que el cartel promocional insta al “frentismo” y promueve “el espíritu guerracivilista”. Tras varios años investigando esta etapa histórica, los periodistas y documentalistas Isabel Ginés y Carlos Gonga lograron, a principios de año, que el equipo de gobierno de PSOE-IU en Elda accediera a financiar el trabajo de Checkout, la productora independiente con la que ya han elaborado nueve documentales y reportajes sobre memoria histórica y derechos humanos. Uno de ellos titulado "La memoria de Petrer", que fue presentado a principios de este mismo año en la vecina localidad de Petrer tras contar con la estrecha colaboración de su Ayuntamiento.

Poco después de contratar el trabajo en Elda, Amado Navalón decidió paralizarlo porque en el cartel promocional de la pieza audiovisual aparecían la bandera republicana y la palabra “bando” en el titular "El bando que solo buscaba la libertad". Algo que para el concejal de Memoria Histórica instaba al “frentismo” y promovía “el espíritu guerracivilista”. Los autores también han contado que, al no doblegarse ante la censura, recibieron días después la llamada de un técnico municipal advirtiéndoles de que el Ayuntamiento podía “romper el contrato” y que si iniciaban el rodaje por su cuenta no recibirían "ninguna ayuda". Unos hechos que según denuncian Carlos Gonga e Isabel Ginés "son constatables".

Para ambos la postura del edil de Memoria Histórica de Elda "es una parida como la copa de un pino" y defienden que "la memoria democrática de la represión franquista se debe contar y mostrar como fue, no desde la equidistancia de equiparar a víctimas y verdugos para intentar quedar bien con toda una población desde una posición política. Por eso no hemos cedido porque la censura no está en nuestro modus operandi".

Navalón, con quien este diario ha intentado contactar sin éxito para recabar su opinión, pidió eliminar en el título la palabra "bando" y dejar únicamente "En busca de la libertad". Pero no fue lo único. También reclamó más rigor histórico porque en la imagen aparecía una imagen de la calle Nueva de Elda y banderas franquistas durante la etapa de la posguerra. Toda la imagen en blanco y negro mientras la bandera roja, amarilla y morada de la II República destaca en color.

El cartel de la discordia.

Según han explicado los autores, el diseño del cartel del documental es una metáfora visual que recrea un período de la historia de España. "Miles de personas de distintos países que vieron el cartel en las redes y prácticamente todas con las que hablamos entendieron lo que representaba, el asentamiento del franquismo en la sociedad, que hizo que los valores de la II República se esfumaran de un día para otro", puntualizan Gonga y Ginés.

En cualquier caso el documental cuenta con el apoyo de la Asociación de Familiares de los Represaliados por el Franquismo del Cementerio de Alicante, que lleva años investigando, haciendo homenajes y encontrando a familiares, y la Conselleria de Calidad Democrática.

Tras varios meses de espera sin recibir respuesta del Ayuntamiento de Elda a todos los correos y mensajes enviados, la productora Checkout ha decidido seguir adelante con la grabación del documental y para ello acaba de abrir un crowdfunding con el fin de recaudar donativos de ciudadanos y asociaciones, contando para ello con el apoyo de las familias eldenses que fueron víctimas de la represión franquista.

"Nosotros nunca vamos a dejar tiradas a esas personas que quieren contar su historia porque la gente debe conocer lo que el franquismo hizo en su represión. No podemos quedarnos con los brazos cruzados y no hacer este documental. Como el Ayuntamiento nos ha dejado claro que no quiere trabajar con nosotros porque es equidistante y nos intentó amedrentar para que también lo fuéramos, hemos decidido seguir adelante de la única manera que se puede hacer que es con un crowdfunding", subrayan insistiendo en indicar que "hacemos esto por las familias que llevan años décadas queriendo dejar constancia de sus historias de vida para las futuras generaciones. Muchas personas, algunas hijas e hijos de los asesinados, ya han fallecido. Los descendientes de las víctimas merecen respeto y consideración, reconocimiento, justicia y reparación. Tanto las de Elda como las de toda España. Nosotros tenemos el compromiso con ellas de dar voz a sus historias de represión, de sufrimiento, que conforman una parte fundamental de la historia de este país que se ha pretendido acallar durante muchos años. Y no nos vamos a conformar con hacer un pequeño vídeo, vamos a hacer un documental como toca", subrayan.

La producción del documental tendrá una duración de algo más de medio año: mes y medio de preproducción, tres meses de producción y dos meses de posproducción. Una vez terminado será "colgado" en el canal que la productora tiene en YouTube tras una posible presentación. De este modo podrá estar al alcance de todos y todas.

El franquismo en Elda

Elda fue capital de España durante diez días en el año 1939 cuando se dirimían los últimos combates de la Guerra Civil. Muy cerca de Elda estaba El Poblet, conocido en clave como la Posición Yuste, una finca situada en Petrer donde se instaló el presidente de la Segunda República, Juan Negrín, y parte del Gobierno republicano. Elda ha sido siempre tierra de zapateros, que no tuvieron más remedio que ponerse a fabricar cosas para el ejército republicano: botas, camisas, correas o mochilas. Los talleres también pasaron a fabricar blindajes y armas. También fue refugio de mucha gente que huía de los bombardeos. Elda se transformó y se volcó con la República pero al finalizar la guerra llegó una feroz represión franquista que dejó a su paso al menos 33 fusilados y 11 deportados a campos de concentración nazis.

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