Ensalzar los productos del Vinalopó como marca cultural en España

Desde el jabón Sol de Monóvar a las primera fábrica de grandes dimensiones de cerveza como Baviera en Novelda, la industria del mueble y las sillas en Aspe, las persianas de Sax, el calzado de Elda y Petrer o, a modo de curiosidad, el número de patentes que se han registrado como inventos en el Valle del Vinalopó.

Canelobre 73, la publicación más emblemática del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert de la Diputación de Alicante, se presenta en el Casino de Novelda este jueves 30 de marzo (19 horas) y, en sus más de 650 páginas, se ensalzan los productos de toda una comarca que, en su origen, han acabado transformándose en su marca cultural en España y el mundo. Un reflejo de “lo que somos” en este viaje por las denominaciones de origen, el fondillón, las especias, la comercialización de las infusiones y su envasado, la arquitectura o el análisis de oficios ya desaparecidos como el “cisteller” monovero.

Coordinado por David Beltrá y Verónica Quiles, y con la subdirección en Canelobre del noveldense Juanjo Payá, la publicación resalta además por el carácter divulgativo y de investigación de sus artículos, que aportan datos inéditos sobre, por ejemplo, el recorrido de los numerosos productos y marcas -calzado, juguetes, uva, licores- que han viajado por exposiciones internacionales como en la muestra de Londres en 1851 o la de París en 1855. Asimismo, se trabajan campos como las primeras cooperativas (como las surgidas en Pinoso), el paisaje industrial (La Romana o Algueña) o la industria harinera (la Electraharinera Villenense) que, hasta ahora, habían pasado desapercibidos o bien habían sido poco tratados en los textos académicos.

Igualmente, cabe destacar que los textos que nutren el monográfico se alimentan de un conjunto de imágenes de antaño –buena parte de ellas, inéditas- que ilustran los diferentes productos e industrias y que han sido extraídas de numerosas colecciones privadas y públicas, de docenas de archivos y bibliotecas, o bien de entidades como el Museo Comercial de Alicante.

“En este monográfico hemos recogido la sensibilidad y diferencias que suman las nueve comarcas con visiones y firmas desde diferentes prismas, género, idioma o profesión. Siempre aportando conocimiento histórico y combinándolo, en muchos casos, con relatos presentes, que nos ayudan a entender la trazabilidad de sectores productos con tradición secular”, señalan David Beltrá y Verónica Quiles, coordinadores de Canelobre, quienes añaden que “este es un patrimonio etnológico que nos describe y con el que nos identificamos”.

Canelobre 73 está dividido en seis partes, que van desde los primeros emprendedores a la gastronomía, turismo, arquitectura, diseño, industria y sociedad, en el que diferentes expertos, sobre disciplinas o casos concretos, han aportado su visión y análisis, sobre el prestigio y proyección cultural de todos ellos tras su trayectoria profesional y económica. Algunos de estos autores son Emilio Soler, Josep Lluís Santonja, Josep Bernabeu, Susana Llorens, José Ramón Valero Escandell, Caridad Valdés o Maite Antón, entre otros muchos.

Vinos, bebidas espirituosas, uva de mesa embolsada del Vinalopó, las cerezas de la montaña, los nísperos de Callosa d'En Sarrià, los turrones de Alicante y Xixona o la granada mollar de Elche se suman infinidad de productos excelentes como el melón de Carrizales o los dátiles de Elche, las brevas de Albatera, las alcachofas de la Vega Baja o los tomates de Mutxamel, entre otros. Manjares de la tierra que se complementan con los del mar en Santa Pola, Dénia o Guardamar del Segura, o bien con la industria, el textil, el calzado, la piedra natural, los juguetes o las alfombras, sectores que, líderes en lo económico, Canelobre 73 ensalza como valor, marca y proyección cultural de la provincia de Alicante en España y el mundo.