ELECCIONES GENERALES 23J

El PSOE va a por el voto de Sumar en cinco provincias andaluzas y rompe el pacto de no agresión

Pedirán que el apoyo se concentre en el PSOE en Cádiz, Granada, Huelva y Jaén, donde las encuestas señalan que el partido de Yolanda Díaz no tendrá escaño, y en Málaga

Yolanda Díaz en el centro junto a los dirigentes de IU en Andalucía, Toni Valero e Inma Nieto, y junto a Íñigo Errejón.

Yolanda Díaz en el centro junto a los dirigentes de IU en Andalucía, Toni Valero e Inma Nieto, y junto a Íñigo Errejón. / Daniel Pérez

Isabel Morillo

El PSOE romperá la campaña de no agresión con Sumar y lo hará en Andalucía, un territorio donde se juegan mucho. Los socialistas hacen números y desvelan que, ante los datos que afloran en las encuestas en el ecuador de la campaña, pelearán por el voto a su izquierda en cinco de las ocho provincias andaluzas.

En cuatro porque creen que Sumar no tiene opciones de sacar ningún escaño, esos votos irían a la basura. En el caso de Málaga porque creen que aunque sí habrá un escaño de Sumar, el segundo no se obtendrá y los restos podrían beneficiar al tercero, en este caso Vox, con lo que tratarán también de aglutinar voto útil de izquierdas en las siglas socialistas. “Si no pedimos que se concentre el voto de izquierda en el PSOE lo pagaremos fuertemente en el reparto de escaños”, se limitan a comentar desde el PSOE. En Andalucía, hay escasas posibilidades de que Sumar quede en tercer lugar por delante de Vox, según señalan todas las encuestas de forma unánime.

Es una campaña muy difícil para la izquierda en Andalucía tras dos derrotas severas a manos del PP de Juan Manuel Moreno. Los populares están echando el resto para conseguir que Andalucía sea un granero clave para aupar a Alberto Núñez Feijóo a la Moncloa y creen que podrán doblar el número de escaños respecto a la última cita, pasando de 15 a 30 de los 61 escaños que reparte Andalucía al Congreso. El PSOE tiene serias dificultades para mantener sus 25 diputados y deberá pelear cada voto para evitar una caída a plomo en pleno auge del PP en el que fue su gran granero electoral.

Yolanda Díaz en andaluz

La campaña de Sumar en Andalucía no acaba de romper. El tono es bajo. Yolanda Díaz, a quien se reprocha que durante la legislatura haya eludido pisar la comunidad más poblada de España, ha tenido presencia en campaña en dos actos, en Sevilla y Cádiz, donde se recogió rápido el mitin ante la presencia de varios sindicalistas del metal dispuestos a hacer ruido por nuevos problemas laborales en la industria naval. No está previsto, según fuentes del partido, que la ministra de Trabajo vuelva en campaña. Desde el Consejo de Ministros último se lanzó un plan de empleo para la comunidad con 50 millones de presupuesto y críticas de la vicepresidenta al Gobierno andaluz de Juan Manuel Moreno (PP) por falta de ejecución de las partidas en la comunidad con más paro de España.

El peso de la campaña está recayendo en el candidato de Sumar por Málaga, el coordinador general de IU en Andalucía, Toni Valero. Muy por delante del secretario general del PCE, Enrique Santiago, que es candidato de Sumar por Córdoba y está teniendo una agenda mucho más discreta y de menor nivel. Ya se sabía que la campaña en Andalucía iba a estar orquestada por Izquierda Unida, el partido con más fortaleza a la izquierda del PSOE, donde el núcleo duro lo ocupan los dirigentes del Partido Comunista de Andalucía (PCA).

Podemos, discreto

La secretaria general de Podemos en Andalucía, Martina Velarde, también está haciendo un esfuerzo en Granada, después del toque de atención de la cúpula del partido a los territorios avisando de que no valía una campaña de brazos caídos tras las tensiones previas en la configuración de las listas y el veto de la ministra de Igualdad Irene Montero. Pese a que Podemos no hace ruido, su perfil bajo ha provocado, según el último CIS, que haya caído unos cinco puntos el apoyo de votantes más a la izquierda a Sumar.

En el debate celebrado en Canal Sur, el candidato de Sumar por Sevilla, el catedrático de periodismo Francisco Sierra, se dedicó a dar la espalda y evitar mirar a la número uno de Vox, Rocío de Meer, protagonizando una escena objeto de memes y críticas, que incluso han calificado como "infantil" dentro de su organización. Asuntos como Doñana, donde la izquierda podría tratar de erosionar al PP, están desaparecidos de la campaña.

Con este panorama, cuando la campaña ha cruzado su ecuador y se agota el tiempo, el PSOE ha decidido ir a ocupar el espacio a su izquierda e intensificará su mensaje de voto útil, para evitar un gobierno de PP y Vox, en cinco de las ocho provincias. En las últimas generales, de 2019, Unidas Podemos obtuvo seis escaños al Congreso por Andalucía. Dos por Sevilla, dos por Málaga, uno por Córdoba y otro por Granada. Los resultados podrían ser muy parecidos ahora para Sumar, incluso “con una tendencia a la baja”, según los datos en manos socialistas. Así que el efecto de aglutinar a toda la izquierda bajo las mismas siglas no habría tenido un efecto multiplicador en el caso de Andalucía, donde Más País tiene una implantación en el territorio muy débil. Además en Andalucía el partido de Teresa RodríguezAdelante Andalucía, ha decidido concurrir a las generales en una sola provincia, Cádiz, donde aspiran a obtener un escaño para la andalucista Pilar González.

Unidas Podemos no obtuvo escaño en 2019 en Almería, Huelva, Jaén y Cádiz. Ahora eso podría volver a repetirse y los socialistas pelearán porque los votos de izquierda que fueran a Sumar se aglutinen en el PSOE a favor de Pedro Sánchez. En eso concentrarán su llamada en los próximos días. También disputarán el espacio a Yolanda Díaz en Málaga, donde "el PP está disparado" y hay un escaño bailando, admiten, que necesitarían apuntalar con votos a su izquierda, ante la dificultad de Sumar para obtener un segundo diputado al Congreso.

Armisticio roto

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, que forman un tique electoral claro frente a la alternativa de PP y Vox, habían diseñado una campaña de no agresión para movilizar al máximo de electores. Asumían que el trasvase de votos dentro del bloque no ayuda en absoluto a mantener al Gobierno, todo lo contrario, de ahí la decisión de hacer una campaña amigable y sin hostilidades dentro del bloque. El objetivo debía ser frenar el trasvase de voto moderado del PSOE al PP y sacar a los votantes de izquierda indecisos de la abstención para que acudan a votar el 23-J. Sin embargo, con los números en la mano ese armisticio no funcionaría en Andalucía, donde a la izquierda del PSOE aún se están recuperando de años con duras guerras internas, un sonoro enredo en las autonómicas y falta de liderazgo, que siguen pasando factura en las urnas, a juzgar por los resultados en las andaluzas de 2022 y las últimas municipales de mayo, donde Podemos casi ha estado desaparecido y solo salvó los muebles IU.

La líder de Sumar también ha hecho sus piruetas en sus mítines para tratar de atraer voto socialista desencantado con Pedro Sánchez. De ahí su llamada a acabar con el bipartidismo, tras el cara a cara del que salió ‘tocado’ el candidato socialista, y su apuesta por un feminismo “conciliador” y “sin trincheras”. Las ncuestas señalan que no está funcionando, con un estancamiento en los números del partido magenta. Desde Sumar aseguran que van a seguir insistiendo en su estrategia en Andalucía y pelearán un escaño por Huelva que sí ven posible y mantener dos por Málaga, pese a las dificultades que arrojan la suma de restos, que siempre beneficia a quien quede en tercer lugar, en este caso Vox.