Elecciones 23J

Sánchez vuelve a renacer contra pronóstico e intentará una investidura muy complicada

El PSOE mejora sus resultados de 2019 y Sánchez tiene opciones de gobernar si logra el apoyo, además de Sumar, de ERC, PNV, EH Bildu y Junts

Pedro Sánchez, en la celebración en Ferraz.

Pedro Sánchez, en la celebración en Ferraz. / EFE

Juan Ruiz Sierra

Pedro Sánchez lo ha vuelto a hacer. Contra todo pronóstico, cuando todos le daban por muerto, el líder socialista resurgió este domingo de sus cenizas. El PSOE no solo logró salvar los muebles en unas elecciones generales que pintaban muy mal para el partido, sino que mejoró sus resultados y tiene opciones, si bien nada sencillas, de continuar gobernando. 

El PP ganó las elecciones con 136 diputados, pero se quedó lejos de alcanzar la mayoría de 176 escaños con Vox, que obtuvo 33. El PSOE, por contra, cosechó 122 diputados, dos más que en 2019. Si Sánchez mantiene la coalición con Sumar (31), algo que tanto el presidente del Gobierno como Yolanda Díaz dieron por hecho durante la campaña, y logra el apoyo de partidos como ERC (7), EH Bildu (6), el PNV (5), y el BNG (1), junto a la abstención de Junts per Catalunya, podría lograr su investidura. 

El escenario es muy complicado, sobre todo debido al rechazo del partido de Carles Puigdemont a facilitar la reelección del actual jefe del Ejecutivo, pero sus colaboradores estaban anoche exultantes. Lo van a intentar. Creen que no habrá repetición electoral. La diferencia de votos con el PP, además, fue mucho más escasa que la de escaños: poco más de 200.000 papeletas.

"Hemos sacado más votos y más escaños que hace cuatro años (...). España ha sido bien clara. El bloque involucionista del PP y Vox ha fracasado. Somos muchos más los que queremos que España siga avanzando. Así será", dijo Sánchez al borde de la medianoche, frente a cientos de simpatizantes socialistas que gritaban "¡no pasarán!".  

"Somos muchos más los que queremos que España siga avanzando. Así será", señala Sánchez ante cientos de enfervorizados simpatizantes socialistas

Las señales de la participación

Los datos de participación ya transmitieron buenas señales para los socialistas. Se disparó por la mañana y bajó a primera hora de la tarde, pero al final superó el 70%, cuatro puntos más que en los comicios de noviembre de 2019. La gran batalla del PSOE no era contra el PP, sino contra la apatía de una parte de sus simpatizantes, que en las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo decidieron no acudir a las urnas frente a la hipermovilización de los votantes del PP y Vox. 

Sánchez necesitaba sacarlos de la abstención y atraerlos de nuevo. Por eso diseñó una campaña épica, donde los mítines y las propuestas tuvieron mucha menos presencia que las entrevistas en medios y las alarmas sobre la llegada de la derecha y la ultraderecha. Tras el pinchazo del cara a cara con Alberto Núñez Feijóo, el candidato socialista y sus colaboradores dieron signos de profundo abatimiento, como si ya dieran la batalla por perdida, pero en la última semana de campaña se recuperaron

Los errores del aspirante del PP en pensiones y sus confusas explicaciones sobre su relación con el narcotraficante Marcial Dorado, junto a la fortaleza de la sintonía entre Sánchez y Díaz, hicieron que los socialistas volvieran a soñar, con su líder empleando símiles sacados de uno de los deportes más épicos que existen: el ciclismo. “Nos caímos y nos levantamos y pedaleamos contra reloj y cruzamos todas las metas volantes y subimos todos los puertos. Vamos a ganar las elecciones”, dijo Sánchez el viernes en Getafe (Madrid), durante el mitin de cierre de campaña. 

La mención a ganar las elecciones tenía algo de exageración, pero los socialistas creían sinceramente en que impedirían la llegada de Feijóo a la Moncloa. Estaban convencidos. Tuvieron razón. Sánchez agranda así su leyenda de dirigente indestructible, pero su investidura no está ni mucho menos garantizada.