Atracción de empresas, desarrollo del suelo industrial y aumento de riqueza y empleo

Dice el dicho tradicional crevillentino que «és Crevillent un tresor» y es cierto. En los pocos meses que llevo en el mundo político y desde junio en el cargo de alcaldesa, he podido corroborar todo lo bueno que tenemos en nuestro pueblo: una ubicación excepcional, un talento empresarial, cultural, deportivo y personal únicos, unos recursos turísticos y naturales de referencia y un pueblo que dice de sí mismo que «som més que festa» ya que, aunque somos internacionalmente conocidos por nuestras fiestas de Semana Santa y Moros y Cristianos, también tenemos mucho que ofrecer.

Los retos que tenemos por delante como municipio nos llevan a activar palancas estratégicas que provoquen la atracción de empresas, el desarrollo del suelo industrial y el aumento de riqueza y empleo como consecuencia de estas acciones. Si como municipio conseguimos realizar esto, nuestros vecinos se verán beneficiados con mayores oportunidades laborales y con un Ayuntamiento con más fuentes de ingresos que provocará alivio a la ciudadanía.

Y son los vecinos los que cada vez son más exigentes en la demanda de servicios públicos de calidad, pero también fruto de la pandemia hemos podido comprobar cómo también precisan de espacios y actividades de ocio que hagan atractivas las poblaciones fuera del horario laboral.

Para cumplir y satisfacer a los ciudadanos el reto de las administraciones locales es tener mayor autonomía financiera y que consigamos mayor financiación por parte de las administraciones supramunicipales. La subida generalizada de precios y costes también está afectando gravemente a las administraciones municipales y en Crevillent no somos ajenos a este problema. Hemos encontrado un desequilibrio presupuestario de cerca de tres millones de euros anuales así como gastos corrientes que se estaban cubriendo con ingresos extraordinarios como el superávit, algo que dificulta gravemente la viabilidad presupuestaria de cara al próximo ejercicio. Además de ello, la falta de licitaciones en gran parte de servicios como es el caso de la limpieza de edificios públicos o mantenimiento de jardines y zonas verdes nos ha obligado a licitar y actualizar el precio de estos contratos, cuyos precios por mano de obra estaban sin actualizar de conformidad con los convenios salariales de los últimos años. Estos nuevos procedimientos de contratación llevan consigo una subida de costes que contabilizamos en más de 700.000 euros. En definitiva, la situación presupuestada heredada nos sitúa en un momento trascendental para el futuro de Crevillent, pero desde el gobierno municipal estamos preparados para afrontarlo con valentía y determinación.

Los próximos años para Crevillent son esperanzadores. Debemos apostar por inversiones potentes, debemos intentar cubrir el coste de los servicios y debemos controlar el gasto público. Mirada adelante y estrategia para pensar cómo queremos ver Crevillent en unos años, para pensar, ante todo, en nuestros vecinos y en el futuro de nuestro municipio.