Más tajante de lo habitual. Al término del último partido del Hércules en Primera División, el técnico Miroslav Djukic enarboló un discurso en el que cuestionó a la actual directiva y a los jugadores más díscolos, con una clara referencia a su principal decepción, Royston Drenthe, ausente ayer en el estadio Rico Pérez. El serbio, tal vez en su última comparecencia como entrenador del Hércules, volvió a mostrarse "satisfecho" con la actitud de la plantilla, ante un partido intrascendente y destacó el esfuerzo de la plantilla.

"Los jugadores lo han dado todo. Quiero felicitarles por la entrega que han tenido en mi etapa, ya que la anterior no puedo valorarla. No puedo pedirles más, excepto a uno de ellos. No merece la pena valorar su comportamiento", aseguró el técnico balcánico recordando al extremo holandés, quien ayer cumplió con los pronósticos y no acudió al estadio.

Djukic reconoció que no fue fácil disputar el partido, debido al enrarecido ambiente que se vivió en el Rico Pérez. "Preveía un ambiente antifútbol, muy caldeado. Le pedí a los jugadores que se aislaran porque somos profesionales", señaló el técnico serbio, quien apuntó que tanto Kiko Femenía como Abraham Paz le pidieron el cambio en el descanso por sendos problemas físicos.

En cuestiones de mayor índole, el entrenador del Hércules en el tramo final de la aventura en Primera resaltó la "difícil" situación a la que se ha enfrentado y calificó como "digna" su etapa. "Vinimos en una situación dificilísima. Hemos conseguido nueve puntos en nueve jornadas, no es ninguna hazaña, pero no pudimos mejorar muchos aspectos", señaló, quien no dudó en desvelar los motivos del fracaso en Primera División: "Para salvarte, o tienes calidad o trabajas. Tienes que destacar sobre algo. Este equipo sólo se podía salvar siendo un bloque, pero no lo ha sido", resaltó Djukic, a quien tampoco le tembló el pulso a la hora de criticar el estatus de ciertos jugadores: "Algunos futbolistas han sido tratados como figuras y no lo eran. Eso lo nota el grupo. Aquí nadie moría por nadie. Este equipo no tenía estrellas y se equivoca quien lo haya pensado".

Tras hablar de los jugadores, llegó el turno de valorar el trabajo de la directiva y de la inexistencia filosofía en club descabezado.

"Este club debe tener un plan lo antes posible, porque si lo encuentra se olvidará el pasado. El Hércules debe aprender de los errores, que ha habido y son muchos. Este club no tiene cimientos. A base de talonario, el proyecto se derrumba cuando se va el tío que pone la pasta", agregó un contundente Djukic, que se mostró más sincero que nunca frente al micrófono. De su futuro, apenas habló, aunque si sentó una base: "Nunca seguiría aquí sin una filosofía de club, y hasta ahora no ha tenido ninguna. Este Hércules es sostenible sólo a corto plazo, pero para darle viabilidad a largo plazo hace falta creer en la cantera", afirmó el preparador serbio.

Por último, en su alegato de franqueza, el serbio admitió que el Hércules, en su afán de sacar rendimiento económico a sus jugadores, tan sólo puede confiar en Kiko Femenía. "Éramos la plantilla más veterana de la Liga, ahora a quién van a traspasar... Sólo pueden vender a Kiko", concluyó.