Si no aportó suficiente claridad el documento sonoro extraído de las grabaciones de la "Operación Brugal" en las que se escuchaba al empresario Enrique Ortiz contar con todo de lujo de detalles hacia qué lado se tiraba el portero del Córdoba para propiciar la victoria del Hércules -dejando entrever el amaño del partido en plena carrera hacia el ascenso de 2010- cabe la posibilidad ahora de encontrar más luz a través de datos, inéditos hasta el momento, que han sido reflejados por escrito. Por increíble que parezca, los dirigentes que todavía controlan el Hércules hicieron constar en la contabilidad de la suspensión de pagos de la entidad un asiento contable que especifica una deuda con el Real Unión de Irún, club que se enfrentó al Hércules el 19 de junio de 2010 en un encuentro correspondiente a la última jornada de Liga que finalizó con triunfo herculano (0-2) y que significó el ascenso a Primera División. El citado apunte contable (que se reproduce en esta página) concreta como "relación comercial" la naturaleza de la deuda y detalla la cantidad de 1.062.000 euros como pendiente de pago al club guipuzcoano. La raíz de este compromiso de pago se especifica bajo el epígrafe de "nombre" en el que se apunta textualmente: "Factura pendiente de recibir-Yuri Berchiche". Curiosamente, el tal Berchiche es un lateral zurdo que el Real Unión fichó el 2 de agosto de 2010, dos meses después del encuentro del ascenso herculano, y con el que el club alicantino, pretende, presuntamente, encubrir el pago por los servicios prestados para salir victorioso del Stadium Gal de Irún aquel 19 de junio que transportó al Hércules a la elite del fútbol español.

La casilla contable que reconoce la deuda de 1.062.000 euros también especifica el CIF del Real Unión y el domicilio social de este club (calle Patricio Arabolaza, 2 de Irún).

Igualmente llama la atención un dato final que contempla el último cuadro de la citada casilla y que señala a Valentín Botella, actual presidente herculano, como avalista de la citada operación mediante pagarés ("Avalado pagarés V. Botella").

Tanto los días previos al partido disputado en Irún como los posteriores surgieron comentarios "sotto voce" que hablaban de un posible amaño del encuentro, en el que el Hércules estaba obligado a ganar si no quería ver arrebatado el ascenso por el Betis, que afrontaba la última jornada con los mismos puntos que los alicantinos pero con el coeficiente particular desfavorable. El pacto con representantes del club irundarra contemplaba, presuntamente, el pago en metálico y por adelantado de una cantidad antes del encuentro (alrededor de un millón de euros) y otro posterior con un montante similar, que es, al parecer, el que no se ha abonado y que se ha hecho constar en la documentación que describe a los acreedores del club alicantino reunidos en la Ley Concursal que actualmente rige en el Hércules. Con ello, esos 1.062.000 euros que reclama como deuda el Real Unión de Irún quedan sometidos a los designios de quita y espera que decida el concurso que, si acaban marcando lo que se prevé, reducirán el montante a la mitad y cifrarán el tiempo de pago en alrededor de cinco años.

Lluvia sobre mojado

El ascenso del Hércules en 2010 ya quedó salpicado por el escándalo a raíz de unas escuchas telefónicas realizadas en el marco de la "Operación Brugal" que desvelaron una negociación con el portero del Córdoba, Raúl Navas, para despejar el camino triunfal del equipo herculano hacia la Primera División. Según se dedujo entonces, Ortiz ofreció inicialmente una prima conjunta al equipo andaluz de 300.000 euros que la plantilla rechazó y posteriormente ofertó 100.000 euros al guardameta que, según esas escuchas, sí aceptó. "Le di 100.000 euros al portero y se tiró para el otro lado en el gol", fue la frase que estalló como una bomba a inicios de agosto de 2010. En ella, presuntamente, Enrique Ortiz desvelaba haber pagado a Raúl Navas, guardameta del Córdoba, para que se dejara marcar un tanto.

Botella asegura que el millón que se adeuda al Real Unión es por el fichaje de Berchiche

Valentín Botella, presidente del Hércules, negó ayer que la deuda de 1.062.000 euros que refleja el apunte contable en la relación de acreedores incluidos en la Ley Concursal esté relacionado con un presunto pago al Real Unión por amañar el encuentro en el que el club alicantino consiguió el ascenso. Botella aseguró que esa deuda fue contraída por el Hércules al adquirir los derechos del jugador Yuri Berchiche el pasado año y que quedó plasmada en la Ley Concursal una vez el club se vio incapacitado a hacer frente económicamente al compromiso contraído.

En idénticos términos se expresó el consejero delegado de la entidad, Carlos Parodi: "Teníamos la opción de compra que expiraba en marzo de 2011 y la ejecutamos. Posteriormente no pudimos hacer frente a la deuda contraida al no tener dinero" "Ahora aparece junto a los otros acrreedores y así consta en el informe del administrador", explicó.

"Es una opción de compra con el Real Unión en marzo de 2011 con compromiso de pagar antes de abril del mismo año", agregó Parodi que acto seguido justificó la no presencia del futbolista en las filas del Hércules pese al compromiso adquirido a razones técnicas: "El secretario técnico o el entrenador verían oportuno que no llegara este año y que lo hiciera el siguiente". Paralelamente, Parodi admitió no conocer si el club había cerrado el acuerdo con el propio jugador.

Ernique Ortiz, asimismo, corroboró la versión ofrecida por Botella y Parodi.

Yuri Berchiche (San Sebastián, 1990) comenzó su trayectoria en la cantera de la Real Sociedad, para acabar fichando por el Athletic Club. En 2007 fue fichado por el Tottenham Hotspur, donde jugó en la liga de reservas con su filial. Un año más tarde fue cedido al Cheltenham Town, de la Football League Two inglesa. En 2009 regresó a España al Real Valladolid, hizo la pretemporada, e incluso debutó en con el primer equipo en el primer partido de liga ante la UD Almería, pero finalmente acabó jugando en el filial. El 2 de agosto del año 2010 firmó con el Real Unión por dos temporadas.