El presidente del Hércules, Jesús García Pitarch, omitió deliberadamente que los jugadores Braulio Nóbrega y Leandro Cabrera participaron el pasado martes 18 de diciembre en la fiesta nocturna de varios futbolistas que les acarreó la apertura de un expediente disciplinario, según explicaron ayer fuentes del club. Los seis jugadores expedientados "por salidas nocturnas hasta altas horas de la madrugada incumpliendo los horarios establecidos en el régimen interno" son: Arbilla, Diego Rivas, Escassi, Callejón, Fran Mérida y Pere Martínez. Se da la circunstancia que los otros dos jugadores cuyo nombre no había trascendido -Braulio y Cabrera- llegaron al club de la mano de García Pitarch y de su ayudante Francisco Ors.

Aunque de puertas afuera los jugadores niegan que esta medida disciplinaria haya enrarecido el ambiente en el vestuario -"nosotros vamos a lo nuestro, que es jugar, y esto no enturbia nada", dijo ayer Cabrera-, la decisión del club y las formas de comunicarla han causado malestar en el vestuario. En este clima de tensión latente, la entidad ha prohibido hacer declaraciones a los jugadores expedientados -a excepción de la petición pública de perdón por parte de Escassi-, a pesar de que Anaitz Arbilla se ofreció a explicar su versión de los hechos. En la caseta causó estupefacción el hecho de que el Hércules diera publicidad a través de su página web a una medida disciplinaria por vulneración del régimen interno. Al sembrarse la duda genérica sobre toda la plantilla, el club filtró primero seis nombres de jugadores y ahora trasciende que se ocultaron los de dos futbolistas. De locos.