Víctor M. Victoria

El Hércules encuentra en la hemeroteca motivos históricos para creer hoy en la remontada ante el Cádiz. A lo largo de su dilatada trayectoria, el equipo alicantino ha protagonizado algunas gestas importantes en su estadio, el Rico Pérez, que hoy debe jugar con su aliento una papel fundamental, tal y como lo hizo en aquellas memorables ocasiones.

Remontadas en blanco y azul, eso sí, siempre en la competición de la Copa del Rey, no en una pelea por el ascenso como es el caso de esta noche. El Hércules nunca se ha visto en la tesitura de voltear un marcador adverso en una eliminatoria por subir a Segunda División, bien porque el sistema era de liguilla, como ocurrió en el ascenso de 1993 conseguido en Las Palmas, o bien porque ya había adquirido una ventaja suficiente en el partido de ida, como sucedió por ejemplo en el cruce del ascenso de 2005 contra el Alcalá.

Baena y Barrios

Una de las grandes gestas históricas del equipo blanquiazul ocurrió en la primavera de 1977, con un Rico Pérez casi lleno como protagonista. Tras caer por la mínima en el partido de ida disputado en el estadio el Luis Casanova, un Hércules sensacional consiguió apear al Valencia de la Copa del Rey con todo merecimiento en el coliseo blanquiazul tras voltear el marcador y ganar por 2-0 gracias a los goles de Baena y Tigre Barrios.

En aquella ocasión quedaron muy pocas butacas vacías en el coliseo blanquiazul y la afición jugó un papel fundamental para los intereses del equipo gracias a su inagotable aliento. El equipo, de hecho, fue un vendaval en los primeros 20 minutos de juego, malográndose algunas claras ocasiones hasta que, en el minuto 31, Baena batió al valencianista Pereira de tiro cruzado desde dentro del área.

Pero no se conformó el Hércules tras igualar la eliminatoria y, después del paso por vestuarios y espoleado por su público, salió por todas hasta que, en el minuto 63, Barrios aprovechó un error de la defensa valencianista al tirar el fuera de juego y batió de nuevo a Pereira. Fue entonces cuando el Valencia se lanzó decididamente al ataque, pero un colosal Humberto y el apoyo de la afición mantuvieron en pie al equipo.

Gracias a esa histórica remontada contra el equipo ché, se selló el pase a los cuartos de final después de apear, curiosamente, a cuatro equipos que jugaban con una indumentaria de blanco: Constancia, Talavera, Real Madrid y Valencia. Ahí es nada. En aquel Hércules destacaban figuras como Humberto, Giuliano, Baena, Baños y Carcelén. Casi un mes más tarde, el Betis eliminó al equipo alicantino en la tanda de penaltis.

Giuliano y Amigó

La más recordada de las remontadas blanquiazules coperas sea tal vez la acaecida el 3 de diciembre de 1980, con el Cartagena como rival. Los alicantinos necesitaban una gesta heroica tras haber sido derrotados por un contundente 3-0 en el duelo de ida y la consiguieron con tintes épicos ante más de 8.000 personas en el Rico Pérez, cientos de ellos llegados desde la vecina localidad murciana.

Giuliano, en dos ocasiones, y Juan lograron contrarrestar el adverso marcador poco después del descanso, pero el Hércules sufrió dos expulsiones que complicaron su supervivencia. La prórroga estuvo cargada de emoción y mucho sufrimiento, pero el equipo alicantino, con dos futbolistas menos en el terreno de juego y el empuje del Rico Pérez, volcado con su equipo, evitó el gol del Cartagena que supondría la eliminación del torneo del k.o. Finalmente, el conjunto alicantino acabó ganando la eliminatoria en la tanda de penalties gracias a las intervenciones del portero Amigó, que detuvo tres de los cinco lanzamientos del equipo rival.

No todo fueron alegrías para el Hércules aquella gélida noche de diciembre. Giuliano sufrió una terrible lesión tras una durísima entrada del lateral del Cartagena Arango. El futbolista, bigoleador estelar aquella noche, intentó incorporarse, pero resultó imposible. Rotura de ligamento cruzado posterior de la rodilla. Adiós a lo que restaba de temporada y un grave percance que afectó a la carrera de una de los jugadores más emblemáticos de la historia Hércules.

Doblete de Alfaro

La última remontada copera de ocurrió el 27 de noviembre de 1996 y tuvo un nombre propio: Manolo Alfaro. El mediapunta madrileño anotó los dos goles que sirvieron para eliminar al Levante tras el 1-0 de la ida. Pese a la remontada, el equipo que entonces dirigía Quique Hernández no ofreció una imagen brillante aunque supo aprovechas las escasas ocasiones de gol de que dispuso a lo largo de los 90 minutos del partido. De hecho, el Hércules tardó en apretar el acelerador, aunque finalmente pudo voltear el marcador para alegría de la afición que se dio cita en el Rico Pérez.

Así pues, la afición alicantina tratará de llevar hoy en volandas a su equipo para que, en caso de remontar hoy el marcador adverso ante el Cádiz, el Hércules continúe agrandando su historia y regrese por méritos propios a la Segunda División tras dos temporadas en el pozo de la Segunda B.