Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un respiro a medias en una pretemporada contra reloj

El Hércules disfruta de una sesión en la playa de Muchavista en una preparación veraniega con dos semanas menos que el curso pasado - Portu, preparador físico blanquiazul, diseña un entrenamiento de fuerza y velocidad en un ambiente lúdico pero exigente

Un respiro a medias en una pretemporada contra reloj

Atrás quedaron las pretemporadas marciales, de cuestas, montañas y pájaras de altura. «Eso ya es muy difícil verlo, casi imposible en España, aunque aún hay algunos pocos componentes que deben trabajarse sin balón», explica Portu, el preparador físico del Hércules, que ayer se llevó a la plantilla a la playa de Muchavista para disfrutar de una sesión diferente.

La expedición plantó sus bártulos en la arena mucho antes de que los primeros bañistas pelearan por un sitio privilegiado para la toalla y la sombrilla. La furgoneta llegó a las 8.30 de la mañana y el cuerpo técnico comenzó a descargar una retahíla de vallas, picas, chinos, balones medicinales, gomas elásticas y un largo etcétera para una preparar una sesión breve pero intensa.

«Ha sido un entrenamiento en el que hemos trabajado la fuerza y la velocidad, todo ello en un ambiente lúdico, pero con la misma intensidad que siempre», explica Portu, que inicia su quinta temporada como encargado de la parcela física del equipo. Se sucedieron carreras de relevos, de lucha y cooperación con una competitividad máxima. Ya saben, hay más de una decena de jugadores heridos tras el amargo final de la temporada pasada.

El Hércules terminó tarde la 18-19 y la pretemporada se ha visto reducida a la mínima expresión por exigencias del guión. De las seis semanas de las que gozó el plantel hace un año a cuatro en éste. «Es un verano comprimido, pero en el que buscamos trabajar los mismos contenidos», confiesa Portu.

Los jugadores que continúan en el club terminaron de sudar de manera oficial en 29 de junio y gozaron de tres semanas de descanso. «En ese tiempo casi ni se puede desconectar del todo, al menos las piernas, pero se han portado muy bien en las vacaciones y se han cuidado», cuenta desde el cuerpo técnico del club, quienes dictaron a los futbolistas un plan de trabajo a seguir para aplacar los excesos.

El día en la playa, que apenas duró una hora -hasta que el sol logró salir de una maraña de nubes-, también sirvió para alejarse de la dureza e irregularidad del campo de atletismo, donde el equipo entrena este verano hasta que el Rico Pérez dé una luz verde. El estado del terreno de juego del estadio del Torrellano tampoco ayudó a que las agujetas y las sobrecargas terminaran de desaparecer.

El balón apareció en el entrenamiento sobre la arena, «pero no para lo que ellos querían», cuenta irónicamente Portu. El cuerpo técnico del Hércules busca seguir hilando tan fino con la prevención de las lesiones como lo hizo el pasado año, cuando se frenó la sangría histórica del club, elevada a la máxima potencia en la 17-18, cuando Siviero había iniciado el curso. «Seguiremos en esa línea, pero esto es fútbol y hay cosas que a veces no se pueden controlar», explica Portu.

A las 10 horas, apenas 55 minutos después del desembarco, Planagumà y su equipo dio el alto y la plantilla pudo disfrutar de un merecido chapuzón en el agua, justo cuando la playa ya comenzaba a inundarse de bañadores, chanclas y neveras azules y blancas. Una señal.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats