Las malas noticias casi nunca vienen solas en el Hércules. Al frenazo sufrido tras sumar sólo un punto frente a los gallos Lleida y Castellón se une la lesión muscular de Jesús Alfaro, su atacante más en forma. El extremo onubense sufrió el percance en el entrenamiento del sábado, minutos antes de subirse al autobús rumbo a Castellón. En principio parecía que la dolencia no revestía mayor gravedad pero se quedó en Alicante por precaución. Con el paso de las horas, las sensaciones del menor de los Alfaro fueron empeorando y ayer se confirmó la rotura muscular en el recto, que le dejará fuera de combate varias semanas.
Esta lesión se une a las del lateral Felipe Alfonso y el central Samuel Llorca, bastante más graves y que han dejado la línea defensiva en cuadro. El primero fue intervenido de una hernia inguinal y sigue con su proceso de readaptación. No tiene minutos desde el primer partido de Liga y el cuerpo técnico tampoco ha fijado una fecha para su recuperación, ya que entiende que ahora debe llevar a cabo una pretemporada particular para ponerse al mismo ritmo que sus compañeros.
Más preocupante aún es el caso de Samuel, cuya continuidad como futbolista profesional está en serio riesgo tras romperse la plastia que hace siete años le injertaron en el Celta cuando se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. El central, de 34 años, pasará por el quirófano en los próximos días y no volverá a jugar esta temporada. Esta baja de larga duración y la de Felipe han dejado la línea defensiva en cuadro, con el joven Víctor Olmedo como único lateral derecho y sin recambios de garantías en el eje de la zaga puesto que Teo Quintero no ha debutado e incluso varias semanas se quedó fuera de la convocatoria.
Pero la escasez de recursos en la defensa ya está asumida desde hace un mes por Muñoz, quien incluso asume con resignación que el Hércules parece decidido a esperar a enero para reforzarse aunque pueda hacerlo ya. El problema inmediato es la ausencia de Jesús Alfaro en la banda derecha. Moha Traoré, su sustituto natural, fue titular en Castalia y no sólo no desentonó, sino que fue, con diferencia, el atacante más desequilibrante, por delante de Borja Martínez, Carlos y Benja. El extremo de origen maliense destacó por su potencia y sirvió buenos centros, siempre sin remate. Moha aseguró ayer que si al final el Hércules logra el objetivo de entrar en la fase de ascenso, los jugadores y aficionados lo valorarán más por todo lo que están sufriendo. «A lo mejor necesitamos esto para tirar para arriba y si logramos el objetivo, que por ganas y esfuerzo no será, sabrá mejor», comentó el jugador catalán, quien confesó que nunca en su carrera se ha visto en una situación como la que vive el Hércules.
«El camino es pensar en el siguiente partido, porque si piensas a corto plazo te olvidas de lo que viene mañana. Y hay que ir paso a paso y seguir, que así llegarán las cosas», explicó el extremo. El futbolista admitió que en las próximas jornadas se le abre la posibilidad de tener mayor continuidad en el equipo tras la baja de Jesús Alfaro, titular habitual, si bien lamentó que sea por la lesión de un compañero por el que siente «aprecio». «Yo intento estar enchufado siempre y si me toca jugar aportaré lo máximo», señaló Moha Traoré, quien no ocultó que le gustaría disponer de más minutos «para aportar lo máximo posible». «Lo más importante es que el equipo gane, y aún más cuando estamos tan necesitados de puntos», concluyó.
