Una noche negra para el herculanismo. La goleada en La Nucía del equipo no fue el mal mayor, sino la sensación de equipo desnortado, sin reacción, casi invisible. La afición reprochó en la misma grada del Camilo Cano la actitud a los futbolistas y alguno de ellos dejó escapar alguna lágrima, como el canterano Víctor Olmedo. Los hinchas del Hércules trataron de acordar por las redes sociales y Whatsapp un recibimiento al equipo en la puerta 0 del Rico Pérez para pedir explicaciones. El autobús del equipo llegó al estadio alicantino en torno a las 20.30 horas y medio centenar de aficionados estaba esperando.

«Quiero pediros perdón en mi nombre y en el de los jugadores. También quería daros las gracias por vuestro apoyo. Desde mi experiencia quiero deciros que esto no es matemático, por mucho que queramos al final donde hay que demostrarlo es en el campo y sólo puedo prometeros trabajo. Sé la preocupación, muchas veces no es la falta de actitud, en nuestra mano está poner la solución. Lo que más me ha dolido ha sido ver a una niña llorando en la grada», dijo el técnico del Hércules.

Posteriormente, el portero Falcón, que actúa de primer capitán en ausencia de Samuel, quiso dirigirse a los aficionados, a los que admitió que el equipo había tocado «fondo». «Lo único que podemos transmitiros es que hay que ir todos en la misma dirección y salvar cuanto antes esta situación e intentar estar a final de año fuera de la zona de descenso. Esta plantilla está capacitada para sacar esto adelante. Hemos tocado fondo y ya sólo podemos ir hacia arriba. Gracias a todos por venir de esta forma. Conozco el sentimiento blanquiazul desde hace muchos años y sé que hay unión en las buenas y en las malas. Mis compañeros han visto lo que es el Hércules y ahora hay que ir hacia arriba», expresó el guardameta del Hércules. Muchos se preguntaron por la ausencia de Portillo y el improvisado acto acabó con un fuerte aplauso de ánimo a los jugadores del Hércules.

Toque de atención del presidente

Antes del encuentro entre equipo y afición, el presidente Carlos Parodi había sido muy contundente tras la bochornosa imagen del equipo en La Nucía. La ocasión lo merecía y Parodi, todavía en el interior del Olímpic Camilo Cano, reconoció haber sentido «vergüenza ajena». «Yo no he visto nunca un partido tan malo del Hércules. En mi vida. Quiero pedir en nombre del club perdón a la afición por la imagen tan lamentable que hemos dado». «He pasado vergüenza ajena y me han dado ganas de levantarme de palco e irme», prosiguió Parodi. «Hay que ser realistas y tenemos que luchar por no descender, es la cruda realidad». «No es un problema de entrenador, desde el primer jugador hasta el último tienen que dar más de lo que han dado o si no, nos llevaremos un bofetón».

La situación es dramática y nadie lo oculta. El Hércules tiene por delante cuatro encuentros hasta final de año, en los que deberá tratar de salir de los puestos de descenso a Tercera con los mismos protagonistas. No hay más vuelta de hoja. Tras ello, llegará una revolución obligada que se llevará por delante a varios de los protagonistas que tienen por el momento a un club centenario en el peor escenario de su historia. La competición no para, el fútbol no espera a nadie y este domingo llega al Rico Pérez el modesto Olot. Otro cordero que puede volver a ser un verdugo de un gigante en pedazos.