Hércules-Atzeneta, o lo que es casi lo mismo, David contra Goliat. Un club casi centenario contra otro que fue fundado en 1975. Un club en una ciudad con más de 300.000 habitantes contra otro que representa una localidad de poco más de 1.100 habitantes (1.165). Es el gran milagro del Atzeneta, un pequeño pueblo de Valencia que ha pasado en dos años de militar en Preferente a hacerlo en Segunda B. Es el rival del domingo (18.00) de un Hércules que no se fía de su rival tras empatar ante el Mestalla en la primera jornada. Casi nunca una localidad con tan pocos habitantes había jugado en Segunda División B. Sólo dos equipos de poblaciones menores han jugado en Segunda B: el Somozas (1.100 habitantes), de Galicia, y la Hullera(750), de León.

Tras quedar sexto en su primera temporada en el grupo VI de Tercera División, el Atzeneta quiso dar un paso más en la campaña 19-20 y para ello -tras prescindir de Granero- contrató a David Albelda, exfutbolista del Valencia CF en su primera aventura como entrenador y que renovó su contrato en el equipo valenciano hace unas semanas antes de disputar la promoción de ascenso.

El domingo se verá las caras con un Hércules que vuelve a jugar después de casi ocho meses con un presupuesto ambicioso y más ganas que nunca en busca de sus primeros tres puntos.

Pero ojo, el Atzeneta representa a un pequeño pueblo pero ya ha demostrado que con ilusión y trabajo no existen barreras. Albelda se sentará en el banquillo del Rico Pérez en busca de seguir creciendo como entrenador y ante un rival de entidad, de los grandes de la categoría y en un estadio de Primera División. Toda una experiencia para el conjunto valenciano que está encantado de presidirlo Pepe Pérez.

Frente a las penurias que sufre una gran mayoría de equipos de fútbol modestos, el club de Atzeneta d'Albaida encontró un día la solución a su economía en una empresa del pueblo, hoy un referente nacional en su sector. Ubesol, dedicada a la fabricación de toallitas para la higiene personal y limpieza del hogar, representa un 90% del presupuesto del equipo. La gesta del Atzeneta UE es comparable, por tener una referencia, con la de la presencia del Eibar en Primera División, que representa a una ciudad de 30.000 personas. Muy cerca está el Villarreal (50.000 habitantes).

El fútbol español retomó su actividad en Primera y Segunda División en junio, tres meses después del inicio del confinamiento, y así pudo concluir la temporada 19-20, la más atípica de 90 años de campeonato. Es más, la nueva temporada en las dos primeras categorías también ha empezado a rodar desde hace varias semanas.

El conjunto blanquiazul no se fía de un rival que ha pasado de Preferente a Segunda B en solo dos años

En lo que respecta a Segunda B, la Federación decidió que no hubiera descensos en la 19-20, algo que benefició al Hércules, incrustado por méritos propios desde el inicio de la Liga en los puestos de descenso a Tercera. Sin embargo, sí que hubo que dilucidar los ascensos a Segunda y 16 equipos retomaron la actividad en el mes de julio en un play-off exprés. El Atzeneta consiguió el ascenso tras superar en la eliminatoria al Alcoyano, aunque posteriormente el conjunto de El Collao también consiguió el ascenso como campeón del grupo.

Tras finalizar en tercera posición en la competición regular en el Grupo VI, el Atzeneta eliminó al UD Alzira en las semifinales de la fase de ascenso a Segunda División B y al CD Alcoyano en la final disputada en La Nucía (0-1). En ambos casos, el Atzeneta partía con desventaja dado que a sus rivales en la promoción les valía el empate. Enorme mérito el del próximo rival del Hércules

Pepe Pérez, presidente del Atzeneta y fontanero de profesión, está encantado con la marcha del equipo y muy ilusionado de jugar contra el Hércules. «Para nosotros es un sueño enfrentarnos a todo un equipo de Primera División como es el Hércules», afirma el máximo dirigente del Atzeneta, que le hubiera gustado ver un Rico Pérez con mucha gente. «Es una pena que solo puedan entrar mil personas, a ver si se soluciona la pandemia porque así estamos todos», señala el dirigente valenciano. Pérez desvela que el enfrentamiento ante el Hércules es uno de los que tenía marcados cuando se realizó el calendario: «Es uno de los partidos que más ilusión nos hacen, jugar ante un equipo de la categoría del Hércules y en un estadio de esas dimensiones y con esa historia».

El presidente del Atzeneta reconoce que está viviendo un sueño. «Esto era impensable cuando hace cinco años estábamos en Primera Regional y ahora nos vemos aquí en esta categoría tan importante», señala.

Alfaro: «Estamos ya con ansias de que empiece la competición»

El delantero del Hércules Jesús Alfaro afirmó que para su equipo es importantísimo sumar los tres puntos en el primer partido y más jugando como local, si bien precisó que no conviene cargar al equipo de responsabilidad.

El extremo admitió que el equipo tiene «mucha ilusión» por volver a competir después de casi ocho meses y mentalizado para una temporada «diferente».

«Entran ansias de que llegue el domingo», admitió el sevillano, quien deseó poder acabar con esa racha de un año, incluido el periodo de confinamiento, sin ganar en el estadio Rico Pérez.

Alfaro aseguró que el vestuario está preparado para sobrellevar una temporada que calificó como «atípica», ya que intuyó que es posible que haya varios parones durante la competición por culpa del coronavirus «ya sea por nosotros o por los contrarios».

El jugador indicó que el Hércules, tras el mal rendimiento del pasado curso, llega al debut ante el Atzeneta «con ilusión y energías renovadas» y elogió el nivel de la plantilla que ha confeccionado el club.

«Esta Liga es muy corta y hay que estar mentalizado desde el primer día de que todos tenemos que remar», insistió Alfaro, quien añadió que el equipo que mejor se adapte a las peculiaridades de la temporada será el que logre el objetivo.

Por último, el sevillano lamentó regresar a la competición sin apenas público «porque el fútbol es un espectáculo que ilusiona a la gente», pero garantizó que el equipo intentará que los mil aficionados que sí pueden asistir al estadio «se lleven una alegría a casa» .