En el derbi de la necesidad, Orihuela y Hércules firmaron ayer un justo empate que no resuelve los problemas de ninguno de los dos equipos. En el estreno de Manolo Díaz en el banquillo, los blanquiazules sumaron su quinta jornada consecutiva sin ganar y siguen fuera de las tres primeras plazas, mientras que el conjunto de la Vega Baja, que se adelantó muy pronto y jugó casi toda la segunda parte con uno más, se mantiene en la zona de descenso tras una racha de tres meses sin conocer la victoria y sólo dos puntos de los 21 últimos disputados.

El tercer técnico de la temporada en el Hércules debutó con un insuficiente 1-1 que prolonga la sensación de crisis tras una nueva ocasión perdida para volver al podio de la clasificación, puesto que los blanquiazules desaprovecharon los pinchazos de Alcoyano y Villarreal B , los dos equipos que le preceden como segundo y tercero. Con todo, el empate fue un mal menor para el equipo alicantino, que fue capaz de sobreponerse al tempranero gol de Lolo Pavón en el 10’ y a la absurda expulsión de Jon Erice en el 52’, que le obligó a jugar casi toda la segunda mitad con 10.

El portero del Hércules Falcón se estira, pero no puede impedir el gol de cabeza del central del Orihuela Lolo Pavón en el minuto 10. | TONY SEVILLA

Con cuatro cambios de inicio -Benja, David Sánchez, Moisés y Tano-, el Hércules de Manolo Díaz cometió un pecado imperdonable en el arranque del partido: el exceso de relajación y la falta de concentración. Entró flojo en el duelo, con poca tensión y el Orihuela lo aprovechó perfectamente. Había salido más intenso el conjunto de la Vega Baja, con Chechu Flores y Giner por los costados a pierna cambiada y Toché y Solano en punta, y en el minuto 10 sacó petróleo de una falta evitable de Raúl Ruiz, que rozó la tarjeta amarilla con dos entradas consecutivas fuera de lugar.

A balón Parado, Ferrán Giner -el hijo del excentral del Hércules- botó la falta con gran precisión y Lolo Pavón clavó el 1-0 con un gran testarazo al ganarle la acción a Kévin Appin en el segundo palo de Falcón. Habían vuelto los dos centrales titulares Tano y Moisés, los vigilantes del juego aéreo pero el Hércules se vio superado contra pronóstico en una faceta defensiva que hasta ayer dominaba.

El punto del desconsuelo

Apenas 10 minutos de juego y otra vez a remar contracorriente. Acusó el golpe el equipo blanquiazul, que tardó varios minutos en tomar la iniciativa del partido ante un Orihuela replegado y bien ordenado atrás. Pero a este Hércules le falta mucha imaginación sin Moyita, que no reaparecerá hasta marzo. Casi todo su fútbol pasaba por las piernas de Appin, que tiene más ímpetu y corazón que fantasía, y se echaba en falta más presencia de David Sánchez en la media punta.

Veintidós minutos tardaron los de Manolo Díaz en hacerle trabajar al meta Leandro con un disparo centrado de Raúl Ruiz. Los visitantes volcaron su ataque por la derecha, en la que se vio a un insistente Pedro Sánchez, pero les faltaba mordiente , como toda la temporada. La tónica dominante era la de centros desde las dos bandas que no encontraban rematador y un Benja Martínez desasistido y casi inadvertido en su regreso a la titularidad.

Ante el poco colmillo del Hércules, el Orihuela volvió a intentarlo con una muy buena acción de Solano por la banda derecha, que ganó de tacón la línea de fondo frente a Borja y su «pase de la muerte» lo dejó pasar Toché sin que ningún compañero llegara al remate en el punto de penalti.

Superada la media hora, el equipo de Manolo Díaz se hizo con el control y casi empata en una incursión de Pedro Sánchez, cuyo potente disparo con poco ángulo lo rechazó a córner Leandro. Acosaron los blanquiazules en sus mejores minutos del partido y David Sánchez reclamó un posible penalti en los últimos instantes del primer acto por un posible derribo del meta Leandro.

La segunda mitad también arrancó de la peor manera para el Hércules al ver la segunda tarjeta amarilla el mediocentro Erice, que fue amonestado en el primer tiempo por protestar y expulsado por sacar el brazo en una disputa aérea. Inaceptable para un jugador de su veteranía el hecho de dejar a su equipo con 10 con todo lo que hay en juego en dos acciones perfectamente evitables.

Por fortuna para los blanquiazules, el desastre de Erice lo corrigió poco después el central Moisés al anotar el empate en el 56’ con un magnífico testarazo a centro a balón parado de Pedro Sánchez. Movió el banquillo Díaz para protegerse tras el empate y la expulsión y dio entrada a Abde y Buenacasa para refrescar las piernas de los suyos.

Pese a jugar con uno menos, el Hércules tuvo la opción de remontar en otro gran servicio de Pedro Sánchez a Buenacasa, pero el delantero maño volvió a cabecear fuera en otra gran oportunidad que deja escapar para la suma de puntos clave para su equipo. Frente a un Orihuela que acumulaba muchos partidos en sus piernas, el Hércules dio un paso atrás y cedió la iniciativa a los de Gerard Albadalejo, que apretaron en el tramo final sin crear demasiado peligro, salvo un pase atrás en el minuto 95 al que casi llega Toché.