Las lesiones musculares la pasada semana de Raúl Ruiz y Manu Garrido son los dos últimos casos de la plaga que asola al Hércules y que también ha afectado a Moyita, Moisés, Pedro Sánchez y Jon Erice. Desde el comienzo de la temporada son ya 15 los incidentes físicos de esta naturaleza que ha sufrido el equipo, los mismos que partidos ha disputado en esta primera fase de la competición en el grupo 3B de Segunda B. Las constantes bajas por lesiones musculares, recurrentes en el caso de algunos jugadores, han desordenado el «fondo de armario» de la plantilla y el teórico «once-tipo» porque están afectando a titulares del equipo. Para frenar la sangría, el club ya ha cambiado el terreno de juego de los entrenamientos al salir del estadio de atletismo, a cuyo mal estado del césped se le responsabiliza directamente de las dolencias, al tiempo que quiere reforzar la vigilancia de los servicios médicos y adaptar la metodología preventiva de las sesiones de trabajo.

En este calvario de las lesiones musculares no entran las dos que ha sufrido uno de los fichajes estelares de la temporada, el delantero Toro Acuña, que por fin parece salir del túnel de la fractura de peroné sin desplazamiento que padeció el 13 de diciembre cuando volvía a la titularidad tras cinco semanas de baja por la rotura de la fascia plantar en el primer partido. Tampoco el percance en el hombro de otro de los arietes de referencia, el catalán Benja Martínez, que hace dos semanas volvió al «once» en Orihuela (1-1) y el pasado domingo marcó el gol de la decisiva victoria ante el líder Ibiza (1-0).

Pero sí ha afectado de lleno a otros jugadores clave del plantel. El «cerebro» Sergio Dueñas, Moyita, sin el que el equipo ha sido incapaz de ganar hasta el pasado domingo, se ha perdido cinco partidos por una pequeña rotura en el gemelo. Se dañó tras el partido del 10 de enero ante La Nucía en el Rico Pérez (3-1) y se perdió los dos siguientes. Reapareció frente al Valencia-Mestalla (1-1), pero volvió a recaer y no ha jugado los tres últimos encuentros. El técnico Manolo Díaz le espera como «agua de mayo» para reactivar la creación del juego blanquiazul. Todo apunta a que este viernes, el sevillano y Acuña pueden tener minutos en el partidillo de entrenamiento en Murcia ante el UCAM. Hoy se conocerá si entran en la lista para ese ensayo en la antigua Condomina.

Pedro Sánchez es otro de los grandes fichajes del curso lastrado por la rotura de grado 1 miofascial en el sóleo que sufrió a comienzos de la temporada y que le ha impedido rendir a su nivel prácticamente hasta el pasado domingo ante el Ibiza, el único encuentro en el que se ha visto en el Hércules el verdadero potencial del jugador de Aspe. No pudo empezar la temporada por una sobrecarga muscular, debutó en la segunda jornada en la visita al Mestalla (0-0), pero se lesionó y ha tardado casi tres meses en recuperar su mejor versión. «Ahora, después de tres partidos como titular, es cuando se empieza a ver a Pedro Sánchez después de cuatro meses», comentan en el club. «Y lo mismo pasará con Jon Erice».

El gemelo también dejó fuera de combate a comienzos de año a uno de los centrales titulares, Moisés García, al igual que a Raúl Ruiz en noviembre pasado. El lateral alicantino está a la espera de diagnóstico de lo que pareció una lesión en el aductor el pasado domingo, la misma dolencia que mantendrá tres semanas de baja al delantero Manu Garrido. Mientras, el central sub-23 Teo Quintero se ha recuperado a marchas forzadas de sus molestias en el glúteo.

El suplicio de las lesiones musculares comenzó a cebarse con e Hércules en la pretemporada, con diferentes molestias de Moisés, Alfaro, Raúl Ruiz y el capitán Falcón. Fue a más con el arranque de la competición hasta contabilizarse siete casos tras las dos primeras jornadas de Liga en octubre y noviembre y llegar a la quincena de casos en estos cuatro meses de competición.

La acumulación de entrenamientos sobre el deficiente césped del estadio de atletismo Joaquín Villar fue la principal causa señalada por la dirección deportiva del Hércules, que ordenó anticipar la resiembra del terreno de juego del estadio Rico Pérez y a comienzos de año desplazó las sesiones de trabajo a 50 kilómetros, en El Albir, mientras se acondicionaba la pradera del coliseo blanquiazul. Al mismo tiempo, el club lleva a cabo la reforma de las instalaciones de Fontcalent, abandonadas como sede de los entrenamientos en 2017. Tras la resiembra del deteriorado césped y los trabajos de conexión eléctrica y toma de agua, la reapertura se ha retrasado alguna semana y puede estar lista para comienzos de abril, según indicaron ayer en el club.

En paralelo al cambio de escenario, la dirección deportiva quiere reforzar la presencia de los servicios médicos en el día a día de los entrenamientos y la metodología preventiva de las lesiones musculares en las sesiones de trabajo, una tarea de la que ya se ocupa el nuevo preparador físico Carlos de las Cuevas.