Se antojaba un número escaso y lo era. Sin embargo, el ritmo de entradas del encuentro de mañana frente al Llagostera, crucial para el futuro del Hércules, está yendo mucho más lento de lo que cabría esperar. Las 2.000 localidades que Sanidad permite ofertar al club, que suponen un 0,6% del aforo del Rico Pérez, no se han agotado todavía. La entidad blanquiazul no quiso precisar la cifra exacta de asientos que continúan liberados, pero sí su deseo de que finalmente se ocupen todos.
El principal motivo por el que la web dedicada a proporcionar en exclusiva los accesos al campo registre un flujo bajo de clientes es la hora del duelo. Jugar un día laborable, a las cinco de la tarde, reduce mucho el número de personas con la disponibilidad necesaria para acudir a animar al equipo de Manolo Díaz.
Los motivos esgrimidos por el Hércules para fijar el choque en esa franja tan conflictiva son dos: el primero tiene que ver con el aprovechamiento de la luz solar (ahorrar en la factura eléctrica resulta prioritario) y, el segundo, no coincidir (ni rivalizar) con la disputa de la vuelta de la semifinal de la Liga de Campeones que mañana dilucidan en Londres el Chelsea y el Real Madrid, a partir de las 21 horas.
Anoche, a las 23.59 horas, expiró el plazo reservado para que pudieran adquirir su entrada quienes desembolsaron los 50 euros del carné Compromiso (la alternativa que halló el club para paliar la imposibilidad de dispensar abonos esta temporada pandémica). Desde la medianoche, la venta online quedó abierta a cualquier interesado en acudir al Rico Pérez. Eso sí, los precios establecidos para los «no socios» tampoco invitan a lanzarse en masa a reservar un asiento: 20 euros cuesta la localidad más barata (en los fondos) y 40 la más cara (en tribuna). El trámite de compra solo puede realizarse online y para acceder a la grada por una de las cuatro puertas con licencia para recibir público (500 personas como máximo por torno) es necesario llevar encima el DNI porque cada pase es personal e intransferible.
Usuarios del servicio de venta telemática de boletos expresaron en redes sociales su malestar contra lo que consideran un sistema opaco de registro, dado que no les quedaba claro hasta el último instante si la butaca que deseaban adquirir estaba libre. Ayer, el número de quejas de esta índole se había reducido notablemente.
El «streaming», el doble de caro
El servicio de emisión de partidos como local que el Hércules facilita sin coste alguno a los poseedores del carné Compromiso se mantiene, pero pasa a costar el doble para los «no socios», que deberán pagar 15 euros por el visionado en la modalidad de «streaming» del envite de mañana con el Llagostera.
La Federación tampoco responde a la solicitud de aplazar el final de la Liga
El club aún alberga esperanzas de que la RFEF corrija el agravio al que se somete al equipo
El Hércules aún confía en que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) atienda su petición de postergar una semana la finalización de la segunda fase en el grupo 3-D, el que se juega el ingreso en la Liga Pro y no lleva aparejado la disputa de un «play-off». El aplazamiento de dos jornadas por la detección de positivos covid en los rivales blanquiazules condena al equipo de Manolo Díaz, si el ente que preside Luis Rubiales no lo remedia, a jugar 5 partidos en 18 días sin apena margen de descanso después de una inactividad forzosa de dos semanas y media.
La RFEF ya hizo oídos sordos a la primera propuesta alicantina, la de adelantar el encuentro de mañana frente al Llagostera al domingo o, en su defecto, al lunes. No hubo ni respuesta. La ejecutiva blanquiazul tiene esperanza de que su segunda demanda no corra el mismo destino y justifican el silencio administrativo de la Federación con el hecho de que ayer fuese festivo en Madrid.
Se solucione o no el agravio, el Hércules ya se verá perjudicada esta misma semana, dado que deberá desplazarse a Badalona el viernes, menos de 48 horas después de enfrentarse al conjunto gerundense (mañana, miércoles, a las 17 horas).
