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Del terreno de juego al banquillo

Sergio Mora se convierte en el decimoséptimo herculano que será entrenador después de haber defendido la zamarra blanquiazul - En el listado aparecen algunas leyendas del club, aunque ninguno con continuidad como técnico

Sergio Mora y, a la derecha, Paquito, Humberto Núñez y Visnjic. | PILAR CORTÉS

Sergio Mora, nuevo entrenador del Hércules, ya forma parte de un reducido grupo de 17 personas que, en la entidad blanquiazul, realizaron la transición desde el césped hasta el banquillo. Es decir, que primero sudaron la camiseta herculana como futbolistas y, tiempo después, tomaron las riendas de la entidad como entrenadores.

Al repasar los nombres de los 16 anteriores sorprende una curiosidad. Y es el hecho de que ninguno de los futbolistas del Hércules que luego fueron entrenadores consiguió desarrollar una carrera prolongada en los banquillos de Alicante. Luis Urquiri, en la década de los cuarenta, alcanzó los 62 partidos oficiales dirigiendo al club. Nadie le ha superado desde entonces. Para hacerlo, Mora necesitaría «sobrevivir» dos temporadas al frente de la nave. Algo que, vista la volatilidad del banquillo del Rico Pérez en los últimos años, sería casi una gesta heroica.

Entre los antecesores de Sergio Mora en el paso del terreno de juego al banquillo, pese a no haber entrenadores con demasiada continuidad, sí aparecen auténticas leyendas herculanas que incluso echaron raíces después de colgar las botas en el club. Es el caso del paraguayo Humberto Núñez, guardameta durante una década y hombre de club para el resto de su vida. Ocupó diversos cargos en el organigrama de la entidad alicantina, formando a chavales, siendo segundo entrenador y transmitiendo sus conocimientos a los guardametas del primer equipo.

Listado de jugadores que posteriormente pasaron por el banquillo del Hércules

Y hasta en nueve ocasiones le requirieron para hacerse cargo del banquillo, aunque casi todas ellas como entrenador puente entre el que acababa de ser despedido y el que sería contratado a continuación. Únicamente gozó de cierta continuidad en dos campañas en Segunda B (ocho partidos en cada una). En la 1991/92 terminó la Liga ganando los seis últimos partidos, pero no fue suficiente para alcanzar al Elche en la cuarta plaza, que daba acceso a la promoción.

Otra leyenda del herculanismo es Paquito Escudero, con cinco partidos como entrenador (2006/07) después de haberse partido la cara durante 342 como jugador (1990/91 a 1999/2000), viviendo dos ascensos y otros dos descensos.

Al retirarse ejerció de segundo a bordo de José Bordalás y Josu Uribe. Tras la destitución de ambos terminó el curso y luego pasó a la secretaría técnica, llegando a estar al mando de la dirección deportiva.

Durante esa década de los noventa, Paquito coincidió en el segundo lustro con Josip Visnjic, un por entonces yugoslavo, ahora serbio, que no tardó en calar hondo entre la afición. Formó parte del equipo que ascendió a Primera en 1995 y, como técnico, tiene la curiosidad de haber dirigido los designios del equipo en dos temporadas muy separadas en la línea temporal.

Ambas fueron en Segunda B y no alimentaron la buena fama que había conseguido Visnjic con las botas puestas. En la 2002/03 le requirieron tras despedir a Felipe Miñambres y, década y media después, en la 2017/18, tras el paso de Gustavo Siviero y Claudio Barragán. Ninguno de los dos cursos entró en «play-off».

Todo tipo de historias

Del resto del listado al que ahora se suma Sergio Mora se pueden extraer multitud de historias, algunas recordadas con una sonrisa y otras con desesperación.

El primero en pasar por el banquillo tras haber defendido la camiseta herculana fue Luis Urquiri (apenas dos partidos sobre la hierba en la 42/43, siendo entrenador-jugador, y 62 como técnico en los años siguientes). Luego le siguió el uruguayo Sergio Rodríguez, que también alternó banquillo y césped y que casi logra un ascenso a Primera en 1957.

Álvaro Pérez y Luis Belló no solo comparten el hecho de haber sentido la pasión herculana desde los dos principales puntos de vista futbolísticos. También el hecho de no haber continuado en el banquillo tras haber ascendido al Hércules. Pérez lo hizo a Segunda en 1960 y Belló a Primera División en 1966.

En la década de los setenta, futbolistas como José Manuel Rivera o Juan Antonio Carcelén formaron parte de un sólido Hércules de Primera. Cinco y siete temporadas, respectivamente, pasaron en la máxima categoría en color blanco y azul. Ninguno de ellos logró continuidad a finales de los ochenta, con el club ya en el fango de la Segunda B.

Ahora, Sergio Mora llega en otra situación complicada. Ya lo hizo como futbolista, logrando el ascenso a Segunda en 2005. Le toca repetir en el banquillo. Y encontrar la ansiada estabilidad.

En los inicios hubo varios casos de entrenador-jugador

Aparte de los 17 casos ya detallados, el Hércules podría sumar otros más, el de los entrenadores-jugadores que, una vez retirados, no volvieron a sentarse en el banquillo alicantino.

Todos estos casos datan de los primeros años de vida competitiva del club: Manuel Suárez en la década de los años 30, Manuel Olivares y Manuel Maciá en el siguiente decenio (este último llegó a militar 16 años como jugador en el Hércules), José María Pina en la 1952/53 (otro que también superó la década como futbolista) y Vicente López, «Manolet» en la temporada 1968/69.

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