El José Rico Pérez podrá ampliar su aforo actual en mil asientos hasta el 27 de septiembre. De esta manera, en el siguiente encuentro en casa, frente al Mar Menor, el estadio del Hércules tiene permitido recibir en sus gradas hasta 5.000 espectadores. La cifra está lejos de lo que la Generalitat ha previsto para las categorías profesionales (en Primera y Segunda pueden elevar hasta el 60% del total de butacas la capacidad de los campos de fútbol), pero habilita a la entidad blanquiazul para dar cabida a sus abonados sin necesidad de verse abocado a recurrir a sorteos o a compensaciones por no garantizar a sus socios poder acudir al 100% de los compromisos como local del conjunto de Sergio Mora.
A punto de rebasar la cifra de los 4.000 carnés, el Hércules dispone ahora de margen para seguir con su campaña de captación activada. Aunque con carácter general, según el reglamento de medidas anticovid, el público que presencie los partidos «no podrá superar el límite de 3.000 personas, se admite que, en las instalaciones en las que es posible la sectorización –caso del Rico Pérez–, se establezcan divisiones del espacio de hasta cinco zonas diferenciadas de un máximo de 1.000 personas en cada una de ellos, con entrada y salida, aseos y servicios de hostelería independientes en cada sector». El decreto del Consell, que entró en vigor a media noche, salvo desastre sanitario, no volverá a revisarse hasta el 27 de septiembre, si se prorroga hasta el 9 de octubre, también afectaría a la visita del Socuéllamos,
El resto del protocolo de seguridad se mantiene. Dos metros de distancia entre un espectador y otro, uso obligatorio de mascarilla, imposibilidad de consumir en el asiento comida o refrescos (solo el agua está permitida) y prohibición de fumar en todo el recinto. El vapeo tampoco es posible. El club debe garantizar que no se formen aglomeraciones ni a la entrada ni a la salida del estadio.
