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Segunda RFEF

El Hércules maniobra para tratar de acabar con los arbitrajes perjudiciales

El club contacta con la Federación extraoficialmente para mostrar directamente su malestar por la cadena de decisiones erróneas que han dañado al equipo en la segunda vuelta

Raúl González y Diego Jiménez le protestan al joven colegiado que dirigió el derbi con el Intercity en el Rico Pérez.

El Hércules maniobra para tratar de corregir lo que, a su entender, es una cadena de malos arbitrajes que están perjudicando seriamente al equipo. Hasta ahora, las quejas por esta dinámica las denunciaba tímidamente Sergio Mora después de los partidos en la sala de prensa. Sin embargo, la entidad ha recurrido a la acción diplomática para redoblar el esfuerzo y dar más peso a las quejas fundadas de su entrenador.

Los dirigentes blanquiazules que, de momento, han declinado la vía más punitiva, han contactado finalmente con miembros relevantes de la Federación para, de manera informal, hacerles partícipes de su cabreo por los fallos de los colegiados en contra del Hércules, que, a su juicio, se están convirtiendo en rutina desde el segundo tercio de la competición.

En el seno de la SAD de la familia Ortiz se entiende inevitable el error humano o de apreciación. Sin embargo, lo que sí se cuestiona es el signo de las equivocaciones, que siempre son en contra de los intereses alicantinos.

En las primeras cinco jornadas de la segunda vuelta, el balance es pésimo: al Hércules no le señalaron un penalti a favor muy claro en Granada, le anularon un tanto legal frente al Intercity, le expulsaron con una roja directa muy rigurosa a Carlos David en San Javier y le privaron de otra pena máxima en Socuéllamos cuando el portero se llevó por delante a Aketxe en una mala salida impidiendo con la acción el remate del máximo goleador del Hércules.

«Ojalá no sea necesario que nos peguen un tiro en dentro del área para que nos piten un penalti a favor»

Sergio Mora - Entrenador del Hércules

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En total, los blanquiazules creen que, de haberse interpretado correctamente las acciones reclamadas, ahora podrían tener cuatro puntos más, justo los que les separan de líder, La Nucía. 

El punto de inflexión se sitúa en la jornada 14. Hasta ese encuentro frente al Águilas, solo en los partidos del Hércules se llegaron a señalar 13 penaltis, siete a favor y seis en contra. Después, curiosamente, ya no se pitaron más. Es como si, de repente, alguien hubiera caído en la cuenta de que ese ritmo de castigos era inasumible para una competición a la que se ha querido revestir de una solemnidad que, en realidad, no tiene tras la extinción de la Segunda B y el reordenamiento del fútbol más pobre en sótanos de distinta profundidad.

La falta de experiencia de los árbitros en Segunda RFEF podía explicar la facilidad con la que se señalaban penas máximas en el primer tercio de la temporada. También el innumerable chorreo de amonestaciones porque se juntaba sobre el césped la candidez de los jueces que iniciaban su aventura camino de la profesionalización con futbolistas veteranos, resabiados, proclives a la protesta desmedida.

El Hércules percibe que el peso de su historia, sus galones como club con más de 20 años en Primera, tal y como recordó Sergio Mora con fina ironía tras el derbi con el Intercity, no está jugando a favor de los blanquiazules, precisamente. Es algo en lo que ya se había reparado con anterioridad, pero que se subraya ahora en la Segunda RFEF.

«Cada punto vale oro y cada decisión arbitral, también; no pedimos favores, solo que no nos perjudiquen»

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Ninguno de los alegatos que ha presentado el club al Comité de Competición para solicitar la suspensión de castigos o la anulación de tarjetas ha sido tenido en cuenta por el Juez Único, quien, además, se ha mostrado especialmente duro en sus sentencias, llegando a insinuar entre líneas que, con los argumentos que sustentaban algunas de las alegaciones, le estaban haciendo perder el tiempo por la poca base jurídica del pliego. 

Ayer, Sergio Mora echó mano de cierta ironía para abundar en su sensación de que los arbitrajes están azotando a su equipo. «Ojalá no necesitemos que nos peguen un tiro en el área para que nos piten un penalti a favor», lamentó el técnico madrileño, para quien la incidencia de los colegiados en este tramo de Liga es trascendental: «Cada punto ahora vale oro y cada decisión de los árbitros, también. No estamos pidiendo que nos favorezcan, solo que no nos perjudiquen porque nos estamos jugando mucho. No hay que montar lío, estas cosas deben tratarse con la máxima discreción», avisa Mora.

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